CON SU VOZ DE CHOCHUECA...

Por: Joseph Caceres 

Este funcionario, es un anti- artista y musicos 
El ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal, no solo ha sido urticante para la gente de los deportes, que no lo tienen bien visto ni acreditan sus acciones, sino que también ha detonado su látigo implacable contra la gente del arte.

Como se sabe, le aplica a rajatabla elevadas tarifas a los artistas y a la gente del medio que quiere utilizar el Palacio de los Deportes para sus actividades.
Como recordarán, a Héctor Acosta le estaban cobrando 400 mil pesos, por un local sin aire acondicionado, sin luces, tarima ni sonido. 

En vez de dar facilidades para el fomento del arte y la cultura, que es parte de la responsabilidad del Estado, cobra la instalación como si fuera un local privado, cuando debería estar a la disposición de todos.

Y no es que se deje de cobrar por el uso del lugar, sino que se den las facilidades que puedan propiciar el fomento de las actividades artísticas, que como se sabe, últimamente están muy deprimidas.

Nadie está montando un concierto ni espectáculo, debido a la falta de patrocinio,  facilidades y a la situación económica del país.

Qué mejor que el gobierno contribuya a paliar la situación  aportando los locales que se han construido con el dinero del pueblo, no del ministro de Deportes.

Sin embargo, usted ve que mientras "se la ponen difícil" a los artistas, les ceden el local deportivo a partidos políticos para que hagan sus actividades y convenciones, incluyendo al partido de gobierno.

Jaime David es tan "anti-artistas", que los músicos de las orquestas acostumbraban a reunirse en el Centro Olímpico  para salir de viaje a tocar en el interior del país, y dejaban sus vehículos en el destacamento de la Policía que hay en el recinto.

Tomaban allí el autobús para el viaje y regresaban al mismo sitio a recoger sus vehículos.

El ministro quitó eso de un plumazo, con una orden fulminante, y ya nadie puede parquearse en el lugar para salir de viaje.

Se dirá que  no es una obligación permitir eso, pero  es asombroso el celo, la rigidez, que manifiesta Jaime David cuando se trata de artistas, músicos y gente del medio.

Parecería que el ministro de los Deportes con voz de Chochueca odia a los artistas.