Los artistas del patio son diferentes, escriben si lo lo sueltan en banda como un perro
El extrovertido Carlos Baute lleva dos años de idílico matrimonio con la
modelo y arquitecta letona Astrid Klisans, una estabilidad sentimental
que no solo da sentido a su vida cotidiana, sino que también le sirve
para dar rienda suelta a su vena musical. Tanto es así, que el
intérprete está seguro de que no sería capaz de componer sus populares
canciones si no estuviera profundamente enamorado.
"El amor es el motor de mi vida, yo sin amor no compondría, no haría canciones; para agarrar una guitarra o un piano debo estar feliz, y solo estoy completamente feliz cuando estoy enamorado", señaló al semanario mexicano Estilo DF.
La alegría que proyecta por los éxitos logrados en el plano sentimental no implica que Baute no sea capaz de escribir también sobre asuntos tan peliagudos como el desengaño amoroso, una temática de la que recibe inspiración recordando experiencias del pasado y trasladando al papel las historias que conoce a través de amigos cercanos.
"El amor es el motor de mi vida, yo sin amor no compondría, no haría canciones; para agarrar una guitarra o un piano debo estar feliz, y solo estoy completamente feliz cuando estoy enamorado", señaló al semanario mexicano Estilo DF.
La alegría que proyecta por los éxitos logrados en el plano sentimental no implica que Baute no sea capaz de escribir también sobre asuntos tan peliagudos como el desengaño amoroso, una temática de la que recibe inspiración recordando experiencias del pasado y trasladando al papel las historias que conoce a través de amigos cercanos.