Son muchas las figuras de la televisión que han dado el salto al
teatro con la intención de demostrar el talento que poseen sobre las
tablas.
Muchos aprovechan la popularidad que se han granjeado
a través de la pantalla chica para llevarlas a un público más amplio,
donde se puede tener una interacción más directa con ellos.
El hecho de ser una personalidad de la televisión crea cierto interés
por el público de ir al teatro y disfrutar de la presencia de esa figura
que ve inalcanzable a unos cuantos metros de distancia.
Con
un buen guión y una buena actuación sobre las tablas se pueden hacer
maravillas y dejar un buen sabor a boca tanto entre los asistentes como
en la crítica especializada.
Imaginamos que también el factor
económico tiene mucho que ver a la hora que una comunicadora o
comunicador decida embarcarse por varios meses de ensayos para luego
poner en escena una obra teatral.
Lo cierto es que cada vez
se suman más gente de la televisión al teatro, una buena iniciativa a
nuestro entender, siempre y cuando se cuente con el talento y la
preparación necesaria para llevar al público una propuesta de calidad.
El
teatro tiene la particularidad que el intérprete puede recibir de
inmediato las reacciones del auditorio. La risa, el llanto, las
emociones y los aplausos son el mejor indicador para darnos cuenta si
nuestro trabajo ha valido la pena.
Por: Marilyn Ventura