Expertos analizan crisis del agua en Santiago

SANTIAGO.-La actual crisis en el servicio de agua que sufren Santiago y Moca requiere de una inversión urgente de 200 millones de dólares para instalar un sistema de bombeo de López, única posibilidad de subir el sistema de abasto a 5.5 metros cúbicos por segundo que requieren el Acueducto Cibao Central para suplir ambas ciudades.

El planteamiento fue hecho por ingenieros Ramón Isidro Rodríguez y Emilio Peralta durante una comparecencia a este diario para analizar la crisis de agua en sus múltiples componentes.

Los expertos explicaron que la sequía es solo un aspecto del problema, porque el Acueducto Cibao Central arrastra errores de orígenes que limitaron su capacidad, lo que unido al crecimiento de la demanda y la  el deterioro del sistema de bombeo se han juntado para crear esta gran crisis.

De acuerdo a los profesionales de la ingeniería, el acueducto tiene una capacidad de 5.5 metros cúbicos por segundo, pero en realidad, nunca ha contado con esa cantidad por errores en la construcción del mismo.

De los 5.5  metros cúbicos por segundo que requiere, 3 debieron ser suplidos por el sistema de gravedad y 2.5 por el sistema de diez bombas, que en la actualidad sólo cinco están operando debido a que tras más de 20 años de operación han quedado inutilizadas.

Otros problemas del acueducto es que las dos tuberías, las del sistema de bombeo y el de gravedad se unen en un mismo tubo al final y la presión de una estrangula la otra, limitando la capacidad real de alimentación del acueducto.

De la misma forma, influye el problema de la presa tiene dos compuertas para verter el agua, una en lo cota de 316 y 319 metros, que requiere estar por encima de ese nivel y otra entre los 306 y 309, que es la que está operando actualmente, dado que la presa ubica su capacidad actual en los  311.

Capacidad del complejo Tavera-Bao
Emilio Peralta y Ramón Isidro Rodríguez indican que el complejo Tavera-Bao-Lopez Angostura tiene una capacidad de almacenamiento de 417 millones de Metros cúbicos de agua, de los cuales Tavera asuma 270 millones y los demás lo aportan los demás embalses. 


En la actualidad, en la cuota de 311 la presa tiene un aproximado de 202 millones de metros cúbicos de agua, por lo que sostiene que el problema no es la carencia de agua y no del manejo de la presa.

Explican que sólo cuando la presa está en la cota de 320, equivalente al 80% del su capacidad puede proveer agua por la compuerta de los 316 y aliviar el problema del agua.

Las Soluciones
Los expertos plantean que la solución al problema de la crisis de agua a corto plazo  es instalar 20 bombas que tomen el agua turbinada desde López para alimentar el acueducto y subir el caudal a 5.5 metros cúbicos por segundo, sin importar que haya o no sequía.

Esta solución a corto plazo que requiere una inversión de 200 millones de dólares para comprar las nuevas bombas y la tubería podría estar lista en un tiempo de 8 meses y permitiría que las hidroeléctricas puedan seguir operando.

Las dos hidroeléctricas pueden seguir operando y generar más electricidad de las que consumirán las bombas para operar el acueducto.

Esto permitiría suplir 1.5 metros cúbicos que es la demanda de Moca y 4.0 a Santiago, pero advirtieron que la demanda actual de la ciudad es de 6.0 metros cúbicos por segundo, por lo que hay que seguir pensando a largo plazo.

Soluciones a largo plazo
Para el año 2026, es decir en 12, Santiago tendrá el doble de su población y demandará casi el doble del agua que ahora por lo que es necesario presentar un plan a largo plazo.

En ese sentido, el ingeniero Ramón Isidro Rodríguez plantea independizar el acueducto de Moca mediante la construcción de una presa sobre el río Jamao, que además podría generar electricidad y aumentar el área de riego incorporando miles de tareas.

En ese mismo orden, soluciones a largo plazo, el Ingeniero Emilio Peralta plantea la necesidad de corregir el enorme desperdicio de agua que se produce, tanto en el acueducto por falta de educación y en el sistema de riego que consume el 81 por ciento del agua disponible y donde afirman hay un enorme desperdicio.

Sugiere una revisión y reforzamiento de los criterios para garantizar un sistema de medición y entrega racional de agua de riego eficiente.