Acroarte: Ignoró tres veces en este “Soberano”, los éxitos en el 2014 de “El Torito”

New York (SL) -Por encima de cualquier disgusto, cuando dentro de una categoría existen dos o más nominados con amplias condiciones para convertirse en el ganador, todos reconocemos que cualesquiera que resulte ganador, merecía el premio.

Pero hablar de favorecer a los de menos trascendencia, ignorando sin ninguna razonable el éxito de quien sí, acumuló los méritos para ser premiado, deja un tóxico y amargo sabor en quien durante todo un año marcó la diferencia, además en la credibilidad del Premio y sobre todo en el pueblo que observa y no es tonto.

En el Soberano 2015 “Acroarte” volvió a poner en tela de juicio la integridad y pulcritud de un premio que desde los últimos años de ser “Casandra” ya venía arrastrando una tela de descrédito, el que hoy ha sido elevada a su más alta y soberana expresión.

Los patrocinadores de “Premios Soberano” deben entender que por el bien del premio, requieren de una reestructuración urgente, por ser una institución donde los miembros de “Acroarte” se han convertido en juez y parte, por eso de que una gran mayoría de ellos manejan artistas, creando una guerra interna de intereses, como se demuestra en las incoherentes e inexplicables votaciones que continúan generando descontento y apatía del público, votaciones que en tres ocasiones y dentro del mismo premio perjudicaron la trayectoria exitosa del respetado y querido artista “Héctor Acosta”.

1ro. Lo ignoraron en el renglón artista destacado en el extranjero, a sabiendas que dentro de los artistas radicados en el país únicamente “Juan L. Guerra” tiene mayor trayectoria e incidencia.

2do. Le arrebataron el premio como “Merengue del año” otorgándole el reconocimiento a un tema que por sus hermosas y cristianas letras debieron excluirlo de lo popular y ponerlo a competir en el reglón de “Música religiosa”, para evitarse la contradicción generada contra un popular tema como “Llego la Morena” éxito que abarrotó presentaciones en todo el país y obtuvo en el año en cuestión un “Premio lo Nuestro”.

Pero el 3er e insólito descaro, se vivió al momento de arrebatarle la estatuilla como “Orquesta del año” otorgándole el Soberano a “Miriam Cruz”, una popular merenguera cuyo último y verdadero éxito se llamó “Cosas de él” y de eso distan ya varios años, pero quien además en comparación con “El Torito” sólo es reconocida en las 4 esquinas que componen la comunidad de dominicanos en el extranjero.

Ambos artistas premiados, se las pasan predicando su humildad, pues yo los invito que en nombre de esa creencia cristiana que profesan, tengan el valor públicamente de aceptar que están exhibiendo algo que todos sabemos que no les pertenecen, y que al final sólo generará el rechazo del público.

Ya el daño está hecho, pero su negativo e irreversible efecto quedará plasmado para la historia, de una administración que deja a través de su gestión, más interrogantes que satisfacciones.
 
Por: Agustin de la Cruz