Uno de los oficios menos valorados y peor pagados es el del guionista de espectáculos y de programas de televisión.
Y resulta que ese trabajo es el alma de las cosas, que del mismo depende el éxito o el fracaso de cualquier producción.
Aquí, sin embargo, en la televisión, sobre todo, no se le da importancia. Los comediantes son los mismos libretistas, y la carencia de buenos guionistas, es la responsable de tantas comedias malas en la televisión y en el cine.
El difunto Milton Peláez era de los pocos que podía exhibirse en ese desempeño, con capacidad para escribir para otros, verificable en sus aportes a Carlos Alfredo, para quien escribió exitosos libretos y parodias que se convirtieron en grandes exitos radiales.
De igual manera Freddy Beras Goico, quien también tenía la capacidad de escribir los guiones de sus comedias y espectáculos.
Buenos libretistas también eran Jaime Shanlatte y Narciso González, (Narcizaso), todos desaparecidos.
Dificilmente se encuentra hoy alquien que brille como guionista y libretista.
Y los hay, pero son marginados en los programas de humor de la televisión, al igual que en el cine y los espectáculos.
Sin guión no puede haber un buen montaje, repetimos, lo cual debería ser entendido por los responsables de programas, de canales de televisión y de espectáculos, que manejan esta área de la producción de manera ligera o improvisada.
Se preocupan sólo por las luces, sonido, vestuario, escenografía, y se olvidan que el contenido es más importante, que todo eso.
Por: Joseph Caceres
Periodista
