Una vida saludable precisa de un altar de oración

Estamos viviendo frente a tiempos de crisis, y la agenda a implementar necesariamente nos conduce a refugiarnos en la oración.

Crisis de valores familiares, espirituales, sociales, de nación, de comunicación, financiera, de amistad, de credibilidad, de confianza, entre otras cosas, no nos dejan espacio para establecer una relación de vida saludable.

La gente incrementa cada día más la tenencia hacia la soledad y el egoismo, ejecutando sus acciones  decoradas de arrogancia, sin importar el daño que en el camino va produciendo a la familia y maltratando la niñez.

Este acontecer es flagelo de la globalización que demanda de todos hacer un alto en nuestro transitar; y ver que tipo de ajustes podemos realizar para mejorar un poquito la realidad del presente que se muestra difícil y dura de bregar, por lo menos construyamos un altar para orar, usted no cree? y pidámos  a Dios que nos ayude a cargar la cruz tan pesada que diariamente nos toca llevar, conforme a la responsabilidad de cada quien, que no es tarea fácil. 

Dice la Palabra de Dios: Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 1 Juan 5:14-15 RVR1960

Un estilo de vida sin oración es un salto al vacío, profesionales de la medicina ya están reconociendo los efectos positivos de la gente que hace oración,  de manera que si camina con Dios en oración se te abrirán las ventanas de los cielos y el Señor te coronará de favores y misericordias, como explica el salmista David en Salmos 103.