¡Despierta!

Generalmente la vida nocturna drena tanto que roba la porción más productiva de nuestras mañanas. Por eso a algunos les gusta dormir hasta tarde, mientras el sol despunta para darnos renovado impulso. 

Es el valor lo que nos lleva a vivir un sueño en vez de acariciarlo. La Palabra de Dios dice: “levántate tú que duermes y te alumbrará Cristo”. 

Al conocerle se renueva mi corazón y mi mente, al renovarme alcanzo mi medida correcta de fe y entonces construyo mis bases sobre las dimensiones de su gracia, mucho mayor a las de mis capacidades. 

Conocerle es ensancharnos, es despertar para ver las novedosas herramientas que nos reservó para este tiempo. No duermas bajo la luz mientras tu sociedad se adapta de manera conformista a los códigos de las tinieblas.