Iglesia Católica celebra en Santiago Corpus Christi


SANTIAGO.-Con una procesión y una eucaristía en el Estadio Cibao, presidida por el nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo, representante del Vaticano en el país,  miles de feligreses, diáconos, presbíteros, sacerdote, presidentes de asambleas, autoridades civiles, policiales y militares, la Iglesia Católica celebró este jueves el Día de Corpus Christi en esta ciudad de Santiago.
     
Desde las 5:00 de la mañana los devotos del Arzobispado y las diferentes parroquias de Santiago se congregaron en las inmediaciones de la Catedral Santiago Apóstol, desde donde partieron en procesión en compañía de monseñor Okolo y demás autoridades eclesiásticas
     
La caminata tomó la calle 30 de Marzo, doblando luego por la 27 de febrero y posteriormente la avenida Imbert hasta llegar al complejo deportivo.
     
Una vez allí, otra gran cantidad de fieles que abarrotaron el complejo deportivo les esperaban, se inició el acto litúrgico con las diferentes lecturas que precedieron la homilía a cargo del  nuncio apostólico Jude Thaddeus Okolo, quien  abogó porque la paz reine en todo el país.
     
En la procesión participaron, además, autoridades civiles, militares, policiales, funcionarios gubernamentales y municipales.
     
Tanto en la caminata como en el interior del estadio hubo un amplio dispositivo de miembros de la Defensa Civil, quienes se encargaron de auxiliar a las personas que sufrieron mareos  y desmayos, debido al calor que para la esta época se registra.
   
 También agentes de la Autoridad Metropolitana de Santiago (AMET) estuvieron brindando servicios para viabilizar el tránsito, mientras que miembros de la Policía Nacional también  labraron en la protección de los devotos.

El fuerte calor que se produce en este verano no fue un obstáculo para que hombres, mujeres y niños, provenientes de los diferentes templos católicos disfrutaran de la fiesta que cada año celebra la Iglesia Católica.

Esta fiesta conmemora la institución de la Santa Eucaristía el Jueves Santo con el fin de tributarle a la Eucaristía un culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. Por eso se celebraba en la Iglesia Latina el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.