El caso de la comunicadora Ibelka Ulerio quizás sea el vivo ejemplo de lo que muchos han predicho sobre algunas damas de la televisión con cierta reputación cuestionable.
No conocemos el corazón de Ulerio pero si lo que refleja su accionar ante una situación espinosa, que la involucra directamente, a pesar de que ella insiste en defenderse como “gato boca arriba”.
Es penoso ver por las circunstancias que atraviesa, muchos se preguntan si estaría enterada de las hazañas de su marido, o simplemente es una víctima más al igual que muchas mujeres que ni se enteran de los pasos de sus parejas.
En lo adelante Ibelka tiene mucho que explicar, tendrá que pagar muchas notas de prensa y contestar muchas preguntas, ya que no hay un portal digital o un medio impreso que no reseñe la situación que está padeciendo.
Sea un resultado positivo o negativo su participación, entendemos que esto le hará un gran daño a Ibelka dentro de su carrera como comunicadora, debido a que será una mancha indeleble muy difícil de sacar.
Lo que se sabe actualmente es que la policía no descarta la implicación de Ibelka en la red de tarjetas clonadas de su esposo, mientras ella se dedica a explicar en los medios las siete tarjetas que tiene en su monedero para su uso personal.
Que lamentable es ver como figuras de los medios, establecidas y de cierto respeto, se dejan envolver por la parafernalia de un mundo ficticio y lleno de fantasías, donde solo se muestran lujos y excentricidades, sin percatarse de lo que esto puede acarrear a título personal y profesional.
Por: Marilyn Ventura
