La evolución de Carlos Sánchez


En los albores de la carrera humorística de Carlos Sánchez tuve la oportunidad de verlo siendo telonero de un artista internacional en la Gran Arena del Cibao.
    
En aquella ocasión confieso no me causaron ninguna gracia sus chistes, todo lo contrario lo sentí un tanto pueril y desenfocado para el mercado dominicano.
    
Así también, penosamente, se lo hizo sentir el público santiaguero que estuvo presente en aquella ocasión en el imponente aforo, quienes con pocos aplausos y carcajadas respondieron a la presentación de Sánchez.
    
Sin embargo y hablando en buen dominicano, actualmente otro gallo canta.  El comediante se puso las pilas y ha dado en el clavo, sufriendo una metamorfosis como dicen muchos aquí “del cielo a la tierra”.
    
Recientemente lo acabo de ver en un show privado y la verdad me faltaron “tripas” para reírme con sus ocurrencias, chistes y anécdotas.
    
A eso es que nos hemos referido en más de una ocasión, el ser humano debe evolucionar, cambiar de metodología, entender que la vida no es cíclica, es voluble, cambiante y que si no nos funciona un método se debe tener bajo la manga un plan b.
    
En Carlos Sánchez se ha dado perfectamente esta condicionante, ha adaptado su show al público dominicano, logrando una conexión especial con un repertorio de estupendos chistes e historias, todo esto combinado con su lenguaje corporal que logra que cualquier auditorio pase un ameno momento en su compañía.
    
Su tradicional camiseta negra no nos molesta, pero entendemos puede variarla de vez en cuando dependiendo del show que ofrezca.  Por lo demás Sánchez es excelente y se perfila como uno de los mejores humoristas de la República Dominicana.

Por: Marilyn Ventura