Siempre he sido partidaria del respeto absoluto entre parejas, sin importar la forma como se manejen, el tiempo de la relación y las personas que estén involucradas en la misma.
Entiendo que como toda situación que enfrentamos en la vida, la pareja en un complemento de vida, un compañero que nos suma pero también un ente que debe estar presente en nuestros más importantes y alegres momentos, pero también en los que no son tan agradables.
Sin embargo, esta concepción no es acuñada por todos. Actualmente existe una gran degeneración que nos incita al libertinaje y a la poca responsabilidad de mantener una relación apegada a los más sanos valores.
En cierto modo somos responsables de las actuaciones de nuestras parejas, debido a que no mantenemos el respeto y el equilibrio que debemos llevar en una relación de dos.
Somos responsables, en el caso de las mujeres, de que nuestros novios o esposos tengan información e imágenes privadas de nosotras, ya que somos quienes con premeditación se las enviamos.
Somos responsables de que situaciones privadas, momentos que solo se viven en pareja y otros detalles íntimos se divulguen a través de las redes sociales sin el más mínimo recato.
Somos responsables de que ellos entiendan que somos objetos sexuales y que solo se sienten bien cuando orondos ante los amigos narren las hazañas vividas de manera íntima con nosotras.
Es penoso ver y leer aviesos comentarios de hermosas mujeres del medio, siendo avasalladas y criticadas de manera despiadada.
Reflexionemos sobre nuestros hechos, actuemos con respeto y decoro, no nos dejemos manipular por nadie, no nos llevemos de un momento de pasión y desenfreno, ya que esto podría causarnos un daño irreparable en el futuro.
Por: Marilyn Ventura
Periodista
