Dentro de la industria del entretenimiento existe lo que todos llaman crear expectativas ante la necesidad de promover o difundir alguna información o evento mucho antes de ser presentado.
Esto por lo general es una constante cuando se quiere captar la atención de la gente y crear cierto afán por saber de qué trata lo herméticamente anunciado.
Este fenómeno es recurrente en el lanzamiento de nuevos productos, todo con el objetivo de que las personas se interesen por descubrir que viene después, cuál será su funcionamiento y cuando deben ir a comprarlo.
Que decir de las expectaciones creadas cuando surge en la industria de la música un nuevo artista, donde por lo regular no se escatiman esfuerzos para proyectar de manera impactante la carrera del exponente.
La televisión es vital en este sentido, al igual que la radio y otros medios de difusión, ya que por excelencia son los que mantienen informados de lo nuevo que vendrá y la cuenta regresiva de su aparición.
Por lo regular quien recurre a la expectativa debe invertir en doble publicidad, es decir una primera fase para crear perspectiva y la segunda para promover finalmente cuando la incógnita llegue a su final.
Las expectativas por lo general dan su resultado y crea una esfera especial para el consumidor, quienes se mantienen atentos por descubrir lo desconocido y ser los primeros en disfrutar lo que tanto se promovió.
Por: Marilyn Ventura
