"El Querido" como un mal ejemplo para la sociedad

Por:Henry Manuel Herrera Morel
Es necesario analizar, ya sea por última vez, el caso de “El Querido”, antes de que se archive en el baúl del olvido y otra noticia acapare la palestra pública, como suele ocurrir en nuestro país.
    
Luego del traslado de la dotación de AMET, el secretario general del PLD, informó, muy levemente, que había “llamado la atención” (sin sanciones disciplinarias de mayor grado) al Presidente municipal del PLD en Puerto Plata, pero no lo hicieron inmediatamente aconteció el incidente con las autoridades del tránsito terrestre, sino que dejaron que su representante municipal protagonizara nuevos hechos vergonzosos, pudiéndolos evitar si hubiesen actuado a tiempo.
    
No se puede tolerar lo mal hecho, se trata de manifestaciones de soberbia, prepotencia y falta de humildad que se han vuelto común en algunos personajes que ostentan el poder sean funcionarios o familiares de los mismos. 
    
En una entrevista que ya ha circulado bastante por las redes sociales, el exdiputado y director regional del Ministerio de Industria y Comercio, al justificarse confiesa que él le da útiles escolares, funditas, hielo, jugo, entre otras prácticas que son propias del clientelismo político ¿Pero a cambio de qué? 
   
 Si el Gobierno tuviera la más mínima intención de sancionar lo mal hecho, su confesión de sus gratificaciones hacia la AMET, hoy estarían siendo investigadas por la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental; porque a un servidor público de cualquier índole se le está prohibido aceptar obsequios, dádivas o recompensas.
    
“El Querido” le faltó el respeto a la institución familiar, a la mujer y a los dominicanos que creen en el matrimonio, al decir que el 80% de los “grandes y medianos” tiene su “segunda base” y calificando de esa forma a la relación sentimental que tiene con otra joven que no es su esposa, promoviendo así la infidelidad; incluyendo en sus declaraciones a expresidentes, al presidente de su propio partido y hasta al presidente de la República, a quien anteriormente también lo había mencionado en una de sus vergonzosas declaraciones. 
    
En la entrevista confesó que resolvía el 60% de los problemas en Puerto Plata, por lo que si él resuelve ese porcentaje propongo que se cierren gran parte de las instituciones y se reduzca personal, ya que no es necesario tanta gente en una provincia donde un individuo lo resuelve todo.
    
Otro mal ejemplo fue cuando afirmó que cuando anda haciendo bellaquerías le pone vidrios oscuros a su vehículo. Nadie debe inmiscuirse en la vida privada de ninguna persona, pero su condición de funcionario público le da el deber de actuar y expresarse correctamente y le otorga el derecho a cualquier ciudadano de exigir una conducta ejemplar de quien recibe su sueldo en base a los impuestos de la población. 
    
La ley 41-08 sobre función pública establece un régimen ético y disciplinario en el que deben desenvolverse los funcionarios debiendo guardar la moral pública y actuando con integridad.
    
En una nación que se respete, este personaje estaría destituido o suspendido de sus funciones partidarias y gubernamentales, pero vemos como normal esos hechos, porque estamos acostumbrados a lo mal hecho y a ser indiferentes.
    
De lo que si estamos seguros es que “El Querido” ya no es tan querido en la población dominicana.