MONTEVIDEO, Uruguay (Tomado de AP).- El general retirado Pedro Barneix se suicidó el miércoles cuando un policía se presentó en su domicilio para conducirlo a prisión, luego de que un juez lo procesara con prisión por la muerte de detenido político ocurrida en 1974 cuando el país era gobernado por una dictadura militar.
“Lo fueron a buscar para conducirlo y pidió que le dieran un momento. Se fue a un dormitorio y se pegó un tiro”, dijo a la Associated Press el coronel retirado Guillermo Cedrez, presidente del Centro Militar, una institución social que reúne a los oficiales retirados del Ejército y de la cual Barneix era socio.
Barneix, de 69 años, había sido procesado con prisión horas antes por la jueza Beatriz Larrieu por el delito de “homicidio político” por la muerte de Aldo Perrini, en el departamento de Colonia, en 1974.
En su auto de procesamiento, Larrieu establece que Perrini murió como consecuencia de las torturas que recibió cuando era interrogado bajo tortura por Barneix, que entonces tenía el grado de capitán, y otros militares en un cuartel del Ejército.
El acusado no admitió su culpabilidad en el juzgado.
“Cuarenta o cincuenta años después, seguimos agitando fantasmas del pasado y los fantasmas del pasado están provocando muertes en el presente”, dijo el coronel Cedrez. El militar dijo que “los militares seguimos siendo juzgados de modo distintos al resto de los uruguayos. Barneix, por ejemplo, fue procesado por un hecho de 1974 bajo una figura penal de `homicidio político’ que existe recién desde 2006″.
Óscar López Goldaracena, abogado de la familia Perrini, dijo a la prensa que existían “pruebas concluyentes” de la responsabilidad de Barneix en la muerte de Perrini.
Por el mismo caso fue procesado con prisión el coronel retirado José Puigvert, quien ya fue conducido a prisión.
“La causa en relación a Barneix queda sin efecto con su muerte. Lo que continúa es el caso contra Puigvert”, dijo el juez Raúl Oxandabarat, vocero de Poder Judicial.
Uruguay fue gobernando por una dictadura militar entre 1973 y 1985 durante la cual la tortura a los detenidos por cuestiones políticas fue una práctica común.
