LO QUE TIENEN QUE OÍR

Muchas veces la falta de sinceridad con los demás es muy dañina. Primero, porque no estas siendo sincero con esa persona y segundo, porque te estas engañando a ti mismo. A veces solo para hacer sentir bien a los demás o quizás porque no tienes el valor suficiente para dar un punto de vista sincero, aunque a los demás no les agrade lo que digas.

Cuando alguien de confianza te pide que le des tu opinión de cómo le queda una prenda de vestir, por ejemplo, y notas que la misma no va con su estilo, no le queda muy bien o se ve extremadamente extravagante con esa ropa; muchos lo piensan mil veces para decirle la verdad y cuando dan el paso de decir algo, dicen; -si, se ve bien, te ves muy linda con esa ropa, sin ser lo que quieren decir, pero sí lo que esa persona quiere oír. 

Pero en esta sociedad donde nadie quiere ser el primero en decirle a los demás lo que realmente deben de oír, donde todos quieren que le vivan pasando la mano, donde todos quieren que le pasen sus malas acciones por alto, donde todos quieren que las personas mas  allegadas a ellas le digan lo que le conviene (según ellos) y no lo que realmente deben de decirle, la sinceridad no existe o en está en vía de extinción.

Es verdad que nadie quiere oír malas noticias, reproches, consejos u opiniones que crea negativas, pero soy de los que cree en los buenos consejos, que venga claro esta, de gente sincera, que lo único que desean es vernos prosperar.

Es bueno reflexionar y pensar que con nuestras opiniones podemos cambiar vidas, aconsejando con buena voluntad a los demás, y teniendo en cuenta la sinceridad.

Los seres humanos siempre desearemos que los demás nos digan siempre cosas agradables, que nos levanten el ánimo, aunque en el fondo odiamos que las personas sean demasiado sinceras, pero así debemos de ser, para no vivir en un mundo de mentiras.

Por: Joax Kennedy