Obispo Auxiliar dice fuga franceses es parte de la corrupción

SANTIAGO.-El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Plinio Valentín Reynoso, afirmó ayer que la fuga de los dos pilotos franceses condenados a 20 años de prisión  por narcotráfico es parte de la corrupción que afecta a República Dominicana.
     
Observó que eso es parte de la corrupción en que “vivimos en el país”.
      
“Tenemos que decidirnos a enfrentar los males con conciencia y construir la Patria que todos deseamos, donde no haya tanta miseria, desigualdades y barbaridades como esa”, precisó.
      
Monseñor Reynoso  emitió esas declaraciones al terminar un Tedeum oficiado en la Catedral Santiago Apóstol, de esta ciudad, en ocasión de celebrarse ayer el Día San Judas Tadeo, patrón de la Policía Nacional, San Judas Tadeo.
     
Dijo que que todos los dominicanos están llamados a aportar para construir la paz, y que esa paz se construye si cada quien asume su responsabilidad desde donde quiera que se encuentre.
     
Al pronunciar la homilía, monseñor Plinio Valentín Reynoso declaró que los agentes policiales se exponen diariamente al peligro de perder sus vidas, como ha sucedido últimamente en diferentes regiones del país.
     
Asimismo, que sostuvo que es digno de resaltar el esfuerzo que hacen miembros de la Policía Nacional, el Ejército de la República Dominicana y la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) de estudiar en horas de la noche.
     
“Cuando uno logra algún título universitario trabajando y estudiando, como que tiene más sabor y es más reconfortante”, puntualizó monseñor Reynoso.
A favor de la sociedad
     
Durante la celebración del acto religioso, el general de brigada Eduardo Alberto Then, director del Comando Regional Cibao Central de la Policía pronunció un discurso en el que resaltó la labor que realizan los agentes policiales a favor de la sociedad.
     
Durante la ceremonia se entonaron las notas del Himno Nacional y el de la Policía Nacional, a cargo de la banda de música de la institución del orden público.

Por:Ney Santana