En la capital creen que los peledeístas de Santiago se están matando por la alcaldía, y parece que no tanto, pues Monchy y Abel comparten merenguero.
Una caravana por aquí y otra por allí, una actividad bajo techo y más a la intemperie, pero en todo caso Krisspy toca la música que los une.
Un merengue para Abel y otro merengue para Monchy.
Nadie sabe cómo lo hizo, ni con cuál de los dos se entendió primero, pero está guisando, y mucho, pues el tanto sonar en la calle posiciona en momentos en que dicen que el merengue está de capa caída.
La única diferencia es que Monchy lo toca en disco light, en tanto que Abel lo presenta en vivo, todo un espectáculo.
El que gane, ganará por popularidad, y por logística, un factor muy importante y que discrimina en género, pues Aura se retiró alegando falta de fondos, que sus competidores hombres parecen tener en abundancia.
Pero ganarán también por Krisspy, y se verá que el merengue hace maravillas en política. Y sin saberlo, Monchy y Abel estarán aplicando el librito de Trujillo.
Las campañas del Jefe se hacían con merengue.(De Buena Tinta-Diario Libre)
