Por: Marilyn Ventura
Años atrás la periodista Nuria Piera representaba una institución en este país. Hablar de ella era como el buque insignia del periodismo nacional, una mujer respetada, temida y admirada por muchos.
Su programa “Nuria en el 9” era esperado por todos, nos sentíamos ávidos de ver qué traería de nuevo la insigne periodista y los casos sumamente interesantes que trataba cada semana.
Piera representaba entre la clase periodística un gran orgullo, un paradigma y el fiel ejemplo de cómo hacer las cosas bien apegada a la ética para enaltecer una profesión.
Pero de un tiempo acá, específicamente desde que la periodista tomó la decisión de asumir las riendas de Cadena de Noticias, empresa a la que le puso delante la N de su nombre convirtiéndola en NCDN, las cosas no han marchado del todo bien.
Una egregia figura como Nuria ha caído en diversos malos entendidos, chismes, despidos, comentarios malsanos y el enfrentamiento de un sector peligro de manejar tanto a nivel mediático como social.
Ahora Nuria ha vuelto a ocupar los titulares de diarios y digitales asegurando que hasta un “call center” han creado para hacerle daño.
A veces los seres humanos debemos pensar muy bien antes de tomar cualquier decisión para que en el futuro no nos perjudique. Comparto con ustedes una frase que siempre me acompaña: no todo el dinero se gana.
La gran vorágine que ha sacudido a Piera en los últimos años debe hacerla reflexionar sobre su futuro dentro de los medios y hacia dónde desea que ese mismo medio la siga llevando.
