Por :Agustín de la Cruz (Sugar).
New York, (SL) -Independientemente de los posibles desaciertos que pudiera tener la premiación, cada año, hay quienes están a favor y otros quienes están en contra de la selección.
Ciertamente que hay desaciertos que no tienen explicación, como por ejemplo la de premiar a “Gabriel”, en el renglón de merengue del año, pero ni él, ni sus manejadores tal vez piensan lo mismo, al igual que otros inexplicables casos.
En esta ocasión, mi crítica recae sobre esos artistas que desfilan muy despampanantes por la alfombra roja en busca de cámara, pero al momento de que no son favorecidos con el premio, maldicen a Acroarte, al Soberano y, a quien resultó ganador.
A esos que salen apresurados de la sala en señal de repudio, olvidando que con tan criticable actitud están irrespetando no únicamente a sus compañeros en nominación, sino a todos los artistas presentes.
Muchos de ellos ganaron el año anterior y/o ganaran en la próxima premiación y no tendrán derecho a sentirse mal, cuando le dejen la sala vacía, por egos centristas. Ya que hablan tanto de internacionalizarse, pues deben comenzar con su conducta.
Si de irresponsable es no asistir a su premiación, de poca educación es ausentarse de la sala, dando a entender su descontento y su poca capacidad para reconocer que sabe perder y usted lo ve cada año en la misma alfombra, con diferente pinta, pero con los mismos modales.
