Según él, la misma paciencia que hay que tener para que los guineos se cocinen bien, es la que hay que tener para brillar en la pantalla grande.
“El mundo del cine es muy de largo plazo, muy paciente, que te obliga a esperar, es casi como cocinar un sancocho, así mismo es hacer cine”, dice con humor el primogénito de la popular presentadora Charytín.
Pero éste parece ser su momento de despuntar sólidamente en el séptimo arte al encontrarse en tres proyectos: uno por rodar entre Los Ángeles y Oklahoma (Bad Ass) y dos realizados en México (Sangre de familia y Abril y mayo).
Bad Ass, dirigida por Craig Moss, lo coloca en el rol protagónico de la trama, como un soldado (“Frank Vega”) que abandonará el amor de su vida para dar la lucha en Vietnam.
Aunque se nombra un servidor de la paz, Shalim admite cierto paralelo con su papel, en el sentido de que, también le toca “dejar” a sus amores, Lesley Ann Machado (esposa) y Liam Michel (hijo de un año y medio) para seguir su carrera.
“Creo que los actores, de una forma u otra, somos soldados de nuestras vidas, especialmente cuando a uno le toca hacer trabajos internacionales; ahora mismo estoy trabajando la plaza de México y estoy trabajando otros mercados, y pues sí, mientras más lejos la distancia, más toca el corazón”, admitió ayer el artista en entrevista telefónica desde Los Ángeles, donde reside.
En Bad Ass, compartirá créditos con sus admirados, Danny Trejo, Ron Perlman y Charles Dutton.
Fue, precisamente, el reparto lo primero que lo conquistó del proyecto en el que la audiencia verá el paso del tiempo a través de su caracterización.
“Lo más surreral es que la historia hace un fast forward al presente, donde mi personaje tiene 60 o 65 años y se empieza a ver la vida de él como un veterano y cómo la misma nación luego tiende a rechazarlo”, detalla el actor de series como Heroes y CSI Miami.
Gozándose ser papá
Shalim pudo apreciar aún más los “padres impresionantes” que tiene, tanto él como sus hermanos Sharina y Alexander, al descubrirse como papá del pequeño Liam Michel, de un año y medio de edad.
“Ha sido muy bonito, creo que todo padre que siempre soñó con ese momento de vivir el milagro que es criar a un angelito, se identifica con lo que yo siento y la verdad que estoy supercontento”, expresa el intérprete con contagiosa alegría.
Esa experiencia desea extenderla en algún momento no muy lejano, pues está convencido de que hará crecer su familia. (Cortesia:Primera Hora)