La
llegada del joven bachatero Prince Royce al escenario musical, puso en
tela de juicio la continuidad del liderazgo del grupo aventura y más
tarde el posible éxito de Romeo Santos como solista.
Con
apenas dos o tres canciones súper pegadas, unos pocos concierto a casa
llena y una difusión de costa a costa a través de los más influyentes
medios de comunicación, dejaba claro que quienes están detrás de este
nuevo fenómeno llamado Prince Royce están apostando al triunfo.
Aprovechando
la incertidumbre que se formaba alrededor de la separación del grupo
Aventura, la maquinaria de Prince Royce se enfocaba en robar la atención
y simpatía de los adolecentes hacia un artista que se convertía en la
nueva estrella de la bachata urbana.
Pero,
paralelamente Romeo comenzaba a dar muestra de que también tiene una
poderosa maquinaria, cuya estrategia se comenzaba a sentir en ambos
mercados, y los resultados son palpables en las enormes ventas de su
primera producción “Fórmula” y con la presentación de tres conciertos en
el Madison Square Garden, lugar al que cualquier lujoso centro nocturno
le queda como rancheta.
Mientras
el cometa Royce, quien en principio se desplazaba a gran velocidad,
acaparando toda la atención del mercado, de un momento a otro comenzaba a
perder vigencia y protagonismo de tanto amenazar con una producción que
no termina en salir y la difusión de los mismos temas ya gastados, aun
las ráfagas de su éxito mantengan viva una llama que se pronostica en
extinción de no aplicarse un cambio de estrategia.
Pero
lo más extraño es descubrir que a partir del mes de enero 2012 la súper
estrella Prince Royce tiene anunciada una supuesta gira para el pueblo
en algunos centro nocturnos de la ciudad de New York. Y que nadie me
venga con el cuento de que se trata de algo popular, porque una vez
Aventura se le ocurrió algo similar y fue tan grande el fracaso, que lo
llevó a terminarla antes de lo previsto.
Lo
cierto en todo esto es que quiérase o no, el llevar a un artista de la
categoría de Prince a tocar a establecimientos que se venden como
populares, con servicios de bebidas a $50.00, por más espacio que
tengan, es bajar de nivel a un artista que nació vendiéndose para otra
elite.
Por tanto, no nos puede sorprender el verlo en cualquier momento
anunciándolo en esos chinchorros que venden comida en el día y recogen
las mesas en las noches para luego decir que son Lounge.
Por:Agustín de la Cruz
(Via:SoyLatino.net)