Vantroi, acusado que no se le puede probar nada
¿Qué poder esconde Serumberto Reynoso Mota (Vantroi)? Acusado de
varios crímenes, nadie puede demostrarle culpas. Ha caído preso, pero
sale con facilidad asombrosa.“No puedo estar corriendo injustamente,
para que después me maten”.
Estas fueron las últimas palabras conocidas
públicamente por Vantroi, pronunciadas la mañana de aquel domingo 16 de
enero del 2005, cuando se entregó a la Policía a través del Comité
Dominicano de los Derechos Humanos, en el distrito municipal de San
Luis.
Ese mismo día, Vantroi fue recibido en el cuartel general de la Policía, puesto en manos del Ministerio Público y después enviado al penal de La Victoria, para que terminara de cumplir la condena de diez años que pesaba en su contra, acusado de asesinato.
Ese mismo día, Vantroi fue recibido en el cuartel general de la Policía, puesto en manos del Ministerio Público y después enviado al penal de La Victoria, para que terminara de cumplir la condena de diez años que pesaba en su contra, acusado de asesinato.
La historia
Hasta
el día en que decidió entregarse, este hombre de comportamiento sereno y
de poco hablar, era buscado desde el 16 de agosto del 2004, año en que
escapó de la iglesia La Paz, en el Centro de los Héroes, donde sería
indultado junto a un grupo de 27 reos.
Vantroi fue sentenciado el 3 de septiembre del 1998. En el 2004, la Comisión de Indultos consideró que aplicaba para recibir el perdón presidencial. Sin embargo, el entonces presidente Hipólito Mejía se negó a firmar el decreto que disponía su libertad.
Para octubre del 1998, al apodado Vantroi se le involucró en las muertes de Armando Nolasco Pontier (1991), Starling Junior López (1997) y Pedro Pérez Marte (1998). Pero ya antes, a Vantroi le atribuían andanzas criminales que el Ministerio Público ha sido incapaz de probar en los tribunales.
El 31 de agosto del 1995, Vantroi también fue objeto de un sometimiento que involucraba a su supuesto lugarteniente, Rigoberto Pineda Matos (Rigo), y a unos hombres conocidos como Martín, Doralín y Nelson.
Estaban inculpados como “presuntos autores de asociación de malhechores”, acusados de herir de bala a cuatro personas con armas supuestamente ilegales, según el expediente número 3224 de la referida fecha.
Siete años después de este proceso judicial, el 10 de enero del 2005, Pineda Matos fue ultimado en el Centro de los Héroes.
Vantroi fue igualmente vinculado con las muertes a tiros de Elvis Ramírez Gómez, Nicolás Arturo Polanco, Víctor Manuel Medina, Randy Peña Arias, Jonathan García Santana y Francisco Manuel Beltré, en el 2004, y de Joseph Villanueva Tejada, en el 2005.
Vantroi fue sentenciado el 3 de septiembre del 1998. En el 2004, la Comisión de Indultos consideró que aplicaba para recibir el perdón presidencial. Sin embargo, el entonces presidente Hipólito Mejía se negó a firmar el decreto que disponía su libertad.
Para octubre del 1998, al apodado Vantroi se le involucró en las muertes de Armando Nolasco Pontier (1991), Starling Junior López (1997) y Pedro Pérez Marte (1998). Pero ya antes, a Vantroi le atribuían andanzas criminales que el Ministerio Público ha sido incapaz de probar en los tribunales.
El 31 de agosto del 1995, Vantroi también fue objeto de un sometimiento que involucraba a su supuesto lugarteniente, Rigoberto Pineda Matos (Rigo), y a unos hombres conocidos como Martín, Doralín y Nelson.
Estaban inculpados como “presuntos autores de asociación de malhechores”, acusados de herir de bala a cuatro personas con armas supuestamente ilegales, según el expediente número 3224 de la referida fecha.
Siete años después de este proceso judicial, el 10 de enero del 2005, Pineda Matos fue ultimado en el Centro de los Héroes.
Vantroi fue igualmente vinculado con las muertes a tiros de Elvis Ramírez Gómez, Nicolás Arturo Polanco, Víctor Manuel Medina, Randy Peña Arias, Jonathan García Santana y Francisco Manuel Beltré, en el 2004, y de Joseph Villanueva Tejada, en el 2005.
Desde La Victoria para México, su última jugada
Y cuando todos creían que Vantroi estaba preso en La Victoria, el 23
de abril del año pasado, la Policía y el Ministerio Público
sorprendieron a la opinión pública nacional, con la noticia de que el
recluso Serumberto Reynoso Mota fue deportado desde México. Se desconoce
cómo este hombre logró salir de la prisión adonde fue llevado el 15 de
enero del 2005. Un ser muy dichoso.
Por:OSCAR QUEZADA
Por:OSCAR QUEZADA