Los dias detrás de las rejas, han
llevado una reflexión al Corazón de una Estrella del Béisbol, Willy Aybar quien
cumple medida de coerción de 3 meses de prisión en un hotel de Najayo San Cristóbal,
sin vista al Mar.
Supuestamente se pasó de contento
y golpeó físicamente a su esposa, este joven prospecto ha dicho que pide perdón
al tiempo que espera una oportunidad de salir en libertad y no perder el
contrato para jugar en Japón.
Que lindo se escuchaba en esa
entrevista, y pregunto, por qué no lo pensó antes?,la dama agredida también está
de acuerdo en su libertad, púes el dinerito de Japón está primero que su honor.
Darle la oportunidad, sentaría un
precedente y los imputados comunes que guardan prisión reclamarían el mismo trato,
la conciliación pasó, ahora debe enfrentar la justicia por el abuso de
maltratar al ser más noble y bueno que pisa la tierra “la mujer”.
Ahora el quiere recuperar el
tiempo perdido, solo que el bolero hace rato que sonó y las lagrimas de su
mujer mientras Nini Cafaro cantaba por amor, rodaron por el suelo del
desconsuelo y dolor sin encontrar su compresión.
Por suerte que el fin de este
capitulo no fue la muerte de una flor hecha mujer, pero el simple hecho de
maltratar sus pétalos merece un castigo, que sirva de ejemplo a los abusadores
que marchitan al pisar su dignidad a mujeres indefensas.
Olvide a Japón, y como buen
jugador concéntrese a batear de home run en la liga de Najayo donde fue
contratado por abusador de mujeres que solo dan amor, primero cumpla y luego
pregone por los cuatro vientos que es un hombre nuevo.
Lamentamos esta situación, púes
Willy Aybar es un gran atleta, pero aplaudirle esta acción, sería hacerle un daño
peor, para él, esta no es una derrota, solo un tiempo de espera sentado en las
gradas esperando su turno al bate con las fuerzas liberadoras de censuras.
Por: Miguel de jesus
Periodista/Abogado/Lucutor
Por: Miguel de jesus
Periodista/Abogado/Lucutor