Estefany Baugger como "Bailarina Clásica del Año" y que ella misma haya tenido que salir a decir que no merece esa distinción

El jurado del área clásica de los premios Casandra cometió un error imperdonable que no debería suceder nunca más.

Nominar a Estefany Baugger como "Bailarina Clásica del Año" y que ella misma haya tenido que salir a decir que no merece esa distinción, porque no bailó el año pasado, debido a que una lesión que sufrió la mantuvo fuera del escenario, es un error gravísimo que lesiona sensiblemente la más importante premiación del país.

En una actitud que la enaltece, en  vez de quedarse callada con su nominación, al ser contactada por Diario Libre, Estefany dejó entrever una especie de verguenza ajena y dijo que al enterarse de la nominación acudió a Bellas Artes para redactar una carta en la que le explica a Acroarte que su lesión la tiene alejada de las tablas, aunque permanece como profesora.

"Agradezco que me tomen en cuenta, pero esta vez esa nominación no me pertenece, porque tengo lesiones de las cuales aún no me recupero. Tengo mucho respeto por el público, mis compañeros y mi carrera, pero estoy lesionada desde diciembre del 2010... tengo justamente un año y mes que no bailo", explicó Bauger.

Este error ha provocado revuelo en el ambiente de las Bellas Artes y en diferentes medios. Al punto de que el cronista de arte José Francisco Arias, al referirse al tema en su página Cristal y Colores dijo lo siguiente:

"Es una gran irresponsabilidad de quienes están a cargo de evaluar el Area Clásica en los premios Casandra; una grave falta, tanto que procede que quienes están al frente de esa área sean sacados en pleno de la misma y designar a otros miembros de Acroarte que estén dispuestos a dar seguimiento a las actividades y a los artistas del sector". dice el Chico Arias.

La falta de control de actividades no se limita al área de las Bellas Artes. Se manifiesta de igual maneraen la popular.

Locutores y programadores de radio han hecho la revelación de que al final de año se les llamó para preguntarles cuáles eran los temas musicales más sonados durante al año.

Aunque a simple vista ello se puede interpretar como un trabajo de "investigación", lo cierto es que es una tarea que debería ser parte del día día de un cronista de afrte.

Los mismos locutores consultados se burlan de ese sistema, pues entienden que los cronistas de arte no escuchan radio, y tienen que valerse de opiniones de otros, que pudieran ser interesadas.