La fiesta de la vanidad, con nombre de Casandra, Un Momentito con Miguel

 Anoche la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) presentó al país su entrega número 28 de los premios que llevan el nombre de nuestra gran artista y mujer ejemplar, Doña Casandra Damirón.

No me voy a enfocar en los premios, total es más de lo mismo, solo aprovecho para hacer una reflexión. Esta Ceremonia se ha convertido en una competencia de vestidos, nalgas, tetas y bocas hechas, en fin todo lo que podamos imaginar de la fantasía femenina.

Nuestras presentadoras de televisión en su mayoría son pobres muchachas graduadas en arrogancia y engreimiento, estos elementos sumados a la  poca o ninguna formación y  humildad les impide que reconozcan sus limitaciones y sólo así poder  superarlas.

Al no tener otra cosa que exhibir recurren a dar este espectáculo en la alfombra roja,y en sus centros de trabajos se venden al mejor postor tan solo para lograr una posición . Ahora  con las redes sociales al servicio de todos.

Muchas personas subieron a Facebook y Twitter las fotos y vueltos locos comentaron. No es que este mal, de hecho en la diferencia está la paz, lo que deseo es llamar la atención en el sentido de ver más allá de un vestido.

Que el orgullo de ser mujer no se quede en cosas vanas que vienen y van y luego pasarán. Más que flores con encantos femeninos parecían áspides, que con su veneno amenazaban la musa del poeta cantor de versos tiernos.

La mujer es la única responsable del irrespeto que se ha ido ganando en la sociedad, en su afán de convertirse en centro de atención, al vestir olvidan el pudor y sobre todo el cuidado que evita profanación a un templo llamado cuerpo.

La mujer desde los medios de comunicación debe ser motivadora de vidas, fuerza y capacidad que garantice su permanencia en el espacio que con  tanto sacrificio por el trabajo de pasadas generaciones han logrado y dejar de se maniquíes en la fiesta de la vanidad con nombre de Casandra.