Un fenómeno que en sus inicios lucía arrollador e indetenible al parecer
se ha desinflado a tal punto que ni siquiera en los programas de
televisión disfrutamos de sus protagonistas.
Mucho menos en la radio se escuchan sus contagiosas y rítmicas canciones, las que nos hacían mover todo el esqueleto con frases y estribillos jocosos.
Se trata del mal llamado merengue de calle, ya que siempre he preferido llamarle merengue urbano, ese que inició una vez Pochy Familia y su Coco Band con mucha potencia y que posterior popularizó con nuevos matices el fuerte Omega.
Es lamentable ver desplomarse un ritmo que en sus albores parecía invencible y que hasta llegó a desplazar en cierto momento al merengue tradicional y romántico, abarrotando todos los lugares donde se presentaba, acaparando la atención de los seguidores, arropando la radio nacional y hasta conquistando mercados extranjeros.
Tulile y Julián Oro Duro batallaron bastante por lograr posiciones cimeras en la industria pero se les hizo casi imposible. Es cuando llega Omega al mercado y se animan a seguirle los pasos El Sujeto, Tito Swing, Rinal Klem, Jucafri, Silvio Mora, El Cata, el Negro Cinco Estrellas y una serie de jóvenes que emprendieron proyectos similares en busca de conquistar el éxito del fuerte, pero que hoy en día no se sabe dónde han ido a parar estos proyectos.
Hasta Juliana, la única mujer del género, no se siente actualmente en el medio, por lo que creemos es tiempo de que la mambera cambie su línea y comience hacer un merengue diferente para poder posicionarse al nivel de otras merengueras como Milly Quezada o Miriam Cruz.
Nuevas agrupaciones están haciendo el intento de sacar la cabeza, tratando de posicionar de nuevo el género, y hasta Omega ha lanzado nuevos temas, pero todo parece indicar que el ritmo ha caído en cierto descrédito que ni el médico chino lo salva.
Mucho menos en la radio se escuchan sus contagiosas y rítmicas canciones, las que nos hacían mover todo el esqueleto con frases y estribillos jocosos.
Se trata del mal llamado merengue de calle, ya que siempre he preferido llamarle merengue urbano, ese que inició una vez Pochy Familia y su Coco Band con mucha potencia y que posterior popularizó con nuevos matices el fuerte Omega.
Es lamentable ver desplomarse un ritmo que en sus albores parecía invencible y que hasta llegó a desplazar en cierto momento al merengue tradicional y romántico, abarrotando todos los lugares donde se presentaba, acaparando la atención de los seguidores, arropando la radio nacional y hasta conquistando mercados extranjeros.
Tulile y Julián Oro Duro batallaron bastante por lograr posiciones cimeras en la industria pero se les hizo casi imposible. Es cuando llega Omega al mercado y se animan a seguirle los pasos El Sujeto, Tito Swing, Rinal Klem, Jucafri, Silvio Mora, El Cata, el Negro Cinco Estrellas y una serie de jóvenes que emprendieron proyectos similares en busca de conquistar el éxito del fuerte, pero que hoy en día no se sabe dónde han ido a parar estos proyectos.
Hasta Juliana, la única mujer del género, no se siente actualmente en el medio, por lo que creemos es tiempo de que la mambera cambie su línea y comience hacer un merengue diferente para poder posicionarse al nivel de otras merengueras como Milly Quezada o Miriam Cruz.
Nuevas agrupaciones están haciendo el intento de sacar la cabeza, tratando de posicionar de nuevo el género, y hasta Omega ha lanzado nuevos temas, pero todo parece indicar que el ritmo ha caído en cierto descrédito que ni el médico chino lo salva.
Por:Marilyn Ventura
Periodista