En lo que se pretendía fuera la celebración del día de las madres
dominicanas, en el lujoso “Moroco” con la participación del merenguero
“Alex bueno” se convirtió en el fracaso de las celebraciones y la gran
desilusión para las madres presentes.
Para tal ocasión la administración decoró el establecimiento
acorde con tan importante fecha, con la finalidad de poderle brindar
todas las atenciones y comodidades al publico que se diera cita a la
emotiva celebración.
Todo estaba en su punto, salvo que el encargado de amenizar
el evento pasadas las 3 de la madrugada aún brillaba por su ausencia y
no fue casi amaneciendo que hizo acto de presencia.
Cuentan que a seguida se internó en un cuartito apartado de la multitud que lo esperaba, pera luego a la insistencia del desesperado publico salir y subir a tarima mostrando unas condiciones deprimentes.
Cuentan que a seguida se internó en un cuartito apartado de la multitud que lo esperaba, pera luego a la insistencia del desesperado publico salir y subir a tarima mostrando unas condiciones deprimentes.
Al parecer el Mayimbito “Alex Bueno” exhibía un suape fuera
de lo común tal y como muestran las fotos que publicaremos al pie de la
nota.
Tan pronto subió a tarima comenzó a maldecir el lugar y a los presentes, emanando por esa boca cuantos insultos fueran posible, tildando de porquería el sonido del lugar, pero olvidando que el sonidista de la noche era parte de su staff , de quien se asegura, llego callendose de un jumo tipo día de año nuevo.
Tan pronto subió a tarima comenzó a maldecir el lugar y a los presentes, emanando por esa boca cuantos insultos fueran posible, tildando de porquería el sonido del lugar, pero olvidando que el sonidista de la noche era parte de su staff , de quien se asegura, llego callendose de un jumo tipo día de año nuevo.
Según nos relata la Srta. Albania Rosario (Enc. De Publicidad
y Eventos del Moroco) “Alex Bueno” maldijo hasta las botellas por el
micrófono, hasta que se lo apagaron, resultando esa medicina peor que su
enfermedad, pues el hombre arranco a maldecir de nuevo, pero esta vez a
capela, dando la sensación de encontrarse completamente fuera de
control, complementando sus gritos con ademanes alegóricos a sus feas
expresiones.
Los organizadores se vieron precisados de bajarlo de la
tarima, lo que provocó de inmediato una avalancha de gente en procura de
su dinero, del cual se logró devolver un promedio del 90% de las
entradas y restan para el transcurso de esta semana los tickets que se
compraron utilizando credit card.
Todo esto porque la administración no puede darse el lujo de
poner en riesgo la responsabilidad del establecimiento por la falta de
ética de un artista con grave historial de vicio y mala conducta.