Los señores Pedro
Antonio Cáceres y Luisa Julia Chestaro,
son dos seres humanos que han de estar orgullosos y agradecidos de Dios, por la
formación que dieron a su hijo y como respuesta recibieron un ser humano
superado y realizado.
El hoy Mayor General
Pedro Antonio Cáceres Chestaro, orgullo de nuestro país, veía pasar el tiempo
de su adolescencia en el Colegio San Pablo de su natal Bonao. Sus sueños florecieron en el hermoso Jardín de la Villa
de las Hortensias.
El año 1981 bajo el rojo atardecer de un día
de decisión esperaba la noche para dormir en una cama diferente. Su nuevo hogar,
“la Academia Militar Batalla de las Carreras”. 3 años después es decir 1984 obtiene
el titulo de 2do Teniente, Licenciado en Ciencias Militares.
Cáceres Chestaro
es un hombre de honor que camina con mirada firme al horizonte mientras su Corazón
late con su gente. El es una combinación de razón, pureza, lealtad, sentimiento
y amor, sabe ordenar y al mismo tiempo ayudar.
Cuando saluda,
deja sentir la firmeza en sus manos, cuando habla deja salir la bondad y
humildad que habita en su Alma. Es un protector de los soldados, para ellos se
convierte en refugio y al mismo tiempo en antorcha que enciende el entusiasmo.
Es alegre pero sereno,
su alto rango militar no lo hace valer con la arbitrariedad que genera el miedo sino con la rectitud que genera el respeto.
Hoy han pasado muchos años de aquellos días en que el sudor de su cuerpo joven
de Cadete aguerrido mojaba la tierra de la Academia, escenario del que saldría lleno
de gloria algún día y así fue.
El Cielo se convirtió en mudo testigo de aquellos
interminables días en los que el sol de
forma despiada quemaba su cuerpo mientras el ardiente pavimento parecía fundir la piel de sus puños. Valió la pena el
esfuerzo y la resistencia, porque en
este mundo lleno de jóvenes confundidos, Cáceres Chestaro es un norte a seguir.
En la
actualidad es Viceministro de las Fuerzas Armadas, pero en la parte humana es
un Oasis de bendiciones para los que tenemos el privilegio de tratarlo. Sus
meritos no son regalos de concursos, son conquistas logradas por su andar decidido,
de cara al Sol como el soldado valiente .pero sobre todo haciendo de su vida un
ejemplo.
Un Momentito con Miguel
Autor Miguel De Jesús
Comunicador y Abogado Dominicano