EVIDENTE: El daño que ocasionan LAS REDES SOCIALES

POR: JOSEPH TAVAREZ


Uno de los tuiteros más influyentes en República Dominicana, Sergio Carlo, se vio inmerso en una polémica cuando el pasado día 16 difundió una fotografía donde se observaba a unos recién nacidos colocados dentro de cajas.

La divulgación del mensaje llegó hasta el punto de que la vicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, se presentó en la Maternidad La Altagracia, donde más tarde se pudo certificar que la imagen pertenecía a un hospital de Honduras.

En esta ocasión, una Jeepeta estacionada en el parqueo del Congreso Nacional y que no se desplazaba por ninguna calle, avenida o carretera del país (Perteneciente al Presidente de la Cámara de Diputados) fue fotografiada por el tuitero Jhonatan Liriano y publicada con el objetivo de querer difamar al honorable Lic. Abel Martínez Durán.
El asunto es que logró difundir su dañino mensaje y muchos reprodujeron la desinformación a fin de contaminar una labor de prestigio como la que realiza el presidente de los diputados.
Esto refleja el hecho de que porque una información sea retuiteada o difundida, no garantiza que el lector esté consciente de lo que está reproduciendo o que domine sus detalles, ya que se conforman con leer solamente el titular que acompaña a los enlaces.

Los usos de los medios sociales son tan diversos como personalidades existen. El límite se sobrepasa cuando se comparte información que potencialmente se podría usar en contra de quien la da a conocer, que podría dañar su imagen si se toma fuera de contexto.

Pero es lamentable que una persona asuma esta forma incorrecta, improcedente, injusta y carente de toda veracidad para conseguir un impacto morboso de su contenido, cuando en realidad Abel Martinez estaba utilizando su otro vehículo.

ESTE ES EL RESULTADO DE REDES PERJUDICIALES, QUE SOLAMENTE SIRVEN PARA DIFUNDIR MENSAJES TÓXICOS.


NOTA: Quienes conocen la forma de Abel Martínez saben que no utiliza la chapa de la cámara de diputados (Que le asiste en su investidura)  ni coloca placa oficial a su vehículo a fin de no mostrar jerarquía en las calles.