Amigos les invito que lean este interesante reportaja/ al Abogado y Escritor "Don Ramón Antonio Veras" (Negro Veras).
Ramón Antonio Veras es un hombre que no oculta sus emociones,
cuando habla, lo hace con el corazón y el lenguaje de éste es más
emocional que racional.
Con él conversamos sobre sus primeros días de vida en Santiago, donde vivió una infancia de carencias, viendo con tristeza, pero también con orgullo, el trabajo incansable de su madre para levantar a su familia. Recordar lo vivido y, sobre todo, lo que ha ido perdiendo en el camino, lo desarma y es ahí donde queda al descubierto su sensibilidad humana.
Con él conversamos sobre sus primeros días de vida en Santiago, donde vivió una infancia de carencias, viendo con tristeza, pero también con orgullo, el trabajo incansable de su madre para levantar a su familia. Recordar lo vivido y, sobre todo, lo que ha ido perdiendo en el camino, lo desarma y es ahí donde queda al descubierto su sensibilidad humana.
En sus años de juventud abrazó la causa revolucionaria, por lo que
asegura que siempre estuvo y está preparado para enfretar las
adversidades, aunque para lo que nunca se preparó fue para que alguien
atentara contra la vida de uno de sus hijos.
De los primeros años de su existencia recuerda con dolor la prisión
de su madre y un poco más adulto debió soportar la partida, primero de
su madre, y luego de su esposa Carmen, ambas víctimas del cáncer.
Hoy solo espera, como él mismo dice: “así como mi madre, lavó mi cuerpo el día que yo nací, con las aguas del río Yaque, así yo quisiera que, si el Yaque tiene agua, el día que yo muera, que también en él se laven mis culpas”. Otro de sus deseos es dejar un libro escrito en el cual cuente su vida y les diga a sus seres queridos: “éste soy yo”.
Hoy solo espera, como él mismo dice: “así como mi madre, lavó mi cuerpo el día que yo nací, con las aguas del río Yaque, así yo quisiera que, si el Yaque tiene agua, el día que yo muera, que también en él se laven mis culpas”. Otro de sus deseos es dejar un libro escrito en el cual cuente su vida y les diga a sus seres queridos: “éste soy yo”.
1. Mi tierra
Yo quiero a Santiago, porque aquí nací, me he desarrollado y he
vivido. En mi Santiago querido he pasado los momentos más difíciles de
mi vida desde niño hasta adulto. Este pueblo conoce mi vida, de muchas
limitaciones, hambre, miseria, persecución, torturas, pero también en
Santiago tengo el recuerdo de mis mejores amigos, de mis años de
formación escolar, el ejemplo del trabajo, la laboriosidad, solidaridad,
el calor humano que generan los santiagueros y santiagueras. Santiago
para mí significa mucho en mi vida, por eso he dicho que así como mi
madre, lavó mi cuerpo el día que yo nací, con las aguas del río Yaque,
así yo quisiera que, si el Yaque tiene agua, el día que yo muera, que
también en él se laven mis culpas.
2. El dolor de una injusticia
Para mí uno de los episodios más dolorosos fue ver a mi madre
detenida, en una celda, en la que por coincidencia, 10 años después, en
la misma celda que ella estaba, ahí fui yo recluido. Pero es posible que
situaciones así me hayan templado como el acero para luchar contra las
injusticias y por lo mejor para mi país. Fue una coyuntura difícil para
mí y para toda la familia. Saber que ella había ido a la cárcel por una
calumnia infamante, pero mi madre estaba hecha de un material especial,
soportó con estoicismo la cárcel.
Ella me enseñó que en la privación de
la libertad, cuando se va a la cárcel con dignidad y decoro, eleva al
ser humano. Después de mi primera prisión, he estado 19 veces detenido
en las cárceles del país, por diferentes razones, de tipo político y
social.Nunca me he lamentado y me he levantado como un ser humano, sin
ninguna clase de prejuicios, ni odios, porque en mi corazón no hay
espacio para el odio.
3. El día que conocí a Carmen
Jamás olvidaré el primer día que vi a Carmen. Lo recuerdo
perfectamente. La conocí en enero de 1960, en el liceo secundario, ella
pesaba como 90 libras, fuimos compañeros de estudios, amigos,
enamorados, novios, esposos, camaradas y terminé siendo su enfermero
durante su enfermedad. El cáncer se llevó a Carmen. Fue un proceso
traumático, ella no lo dijo, fue muy tarde para salvarle la vida, no
obstante a eso, logramos disfrutarla por cinco años. El cáncer me ha
arrebatado mucha gente querida.
4. La muerte de mi madre
Durante su prisión de tres meses, nuestra familia sufrió una
transformación total. Mi madre era el alma de nuestra familia. No puedo
describir aquel momento. Nos confundimos todos los hijos en un abrazo
con ella. La muerte de mi madre ha sido un dolor muy grande en mi vida,
ella fue alguien muy especial para mí y para mis hermanos. Nunca la he
olvidado, ella vive presente en mi corazón, fue una mujer analfabeta
funcional que se ocupó de educar a sus hijos en valores y con dignidad.
5. Al borde de la muerte
El primero de mayo de 1972, mi cuerpo fue lanzado de un segundo piso,
en Santiago, y luego, fui trasladado en el baúl de un carro de la
Policía y depositado en la morgue del hospital Cabral y Báez. Luego se
comprobó que estaba con vida y duré 28 días que no conocía a nadie.
Durante los primeros 20 días no conocía ni a mis hijos, ni a mi
compañera Carmen, porque tenía una fuerte lesión en el cerebro, luego
pude recobrar totalmente mi salud. No guardo ningún tipo de rencor por
eso, porque todo eso es parte de la vida y de la lucha política.
6. Los Panfleteros
Conjuntamente con otros amigos, algunos aún viven, cuyas edades
oscilaban entre los 12 y 15 años, los jóvenes de la época, formamos en
Santiago el grupo conocido como Unión de Grupos Revolucionarios
Independientes, con el objetivo de hacer resistencia contra el régimen
de Rafael Trujillo.
Este grupo se conocía como la UGRI de Santiago, pero
luego del apresamiento y traslado a la cárcel de La 40 de algunos de
ellos, se les comenzó a llamar Los Panfleteros de Santiago, en razón de
que habían sido detenidos por motivación de un panfleto que se
distribuyó aquí en Santiago.
7. Sueño truncado
En la República Dominicana hay un proceso trunco desde el 30 de mayo
de 1961. Desde esa fecha hasta ahora, el pueblo dominicano ha ido a
muchas batallas, a muchos combates, pero no ha salido victorioso.
Esa
lucha hay que continuarla y concluirla, porque de lo contrario los
héroes de Luperón, La Raza Inmortal del 59, los mártires de La 40, del
1960, la guerrilla de Manolo del 63, la Guerra de Abril del 65, la
acción de Caamaño y otras tantas batallas que ha dado este pueblo en
busca de su liberación van resultar nada, si no se concluye con este
proceso que quedó trunco en 1961.
Los que tienen que hacerlo son los
hombres y mujeres buenos, que son los más, aunque nunca hayan llegado al
poder en el país, pero van a llegar, tan seguro como después de la
mañana viene la tarde.
8. 19 veces en prisión
Las distintas prisiones yo las recuerdo y siempre estuve claro de que
el que acciona en política está expuesto a todo, y dentro del todo está
la privación de la libertad. Recuerdo que en el 1975, mientras estaba
en La Victoria conjuntamente con Freddy Beras Goico, en una celda, los
dos desnudos, Freddy me dijo: “Negro este es el precio de mantener una
posición coherente”. Nunca me he lamentado ni por tortura, ni por
prisión, ni por persecuciones, ni por amenazas, porque eso forma parte
de la lucha política. En la vida he tenido sorpresas, como el atentado
contra mi hijo Yordi, esa fue una sorpresa para mí, porque para eso no
estaba preparado.
9. Miedo a perder un hijo
Siempre he dicho que yo soy el escudo de mis hijos, sé que mis
adversarios me han atacado con razón, no los critico ni me voy a
lamentar, porque a mis adversarios políticos los he enfrentado en el
campo ideológico y ellos me han respondido por las vías y los métodos
que consideran correctos para enfrentarme y aniquilarme; ahora bien, mis
hijos nunca han participado en la vida política del pais, tienen sus
convicciones, su forma de pensar, pero activamente no han participado en
la política, por esta razón fue tan duro para mí, ver que contra un
hijo mío se quiera accionar, a lo mejor para cobrarse una cuenta mía,
que no fue el caso de Yordy. Pensé que él moriría. Duré más de tres
horas sin saber si Yordy estaba con vida o no. Fueron momentos muy
difíciles. Esos momentos se me hicieron menos pesados por la solidaridad
de Santiago y del país entero.
10. Un deseo
Quiero, antes de desaparecer del mundo de los vivos, dejar un libro
inédito o publicado, de toda mi actuación en la vida del país, desde el
día que mi mamá me parió hasta el día que yo muera y quiero dejarlo por
escrito. Quiero que llegue el momento en que les diga a mis hijos y al
país: éste soy yo. Hay muchas personas que solamente me conocen con el
saco y la corbata, Negro Veras el abogado. Muchos amigos, mis hijos, mis
nietos y nietas no me conocen, quizás, pero no voy a morirme sin
dejárselo saber.
Si tuviera que elegir, no sería abogado
Si volviera a nacer, jamás me inscribo en la facultad de Derecho, no
me arrepiento del momento en que me inscribí, pero hoy sí; porque es una
profesión que como la sociedad entera, está deteriorada.
Y usted preguntaría ¿y cuál escogería entonces? y yo le respondería
que lo pensaría dos veces. El estudiante universitario de hoy, no es el
de ayer, nosotros, por ejemplo, los que íbamos a la UASD respetábamos
mucho la inversión que el país hacía en nosotros.
Considerábamos que era una ofensa a nuestro pueblo, nosotros ir a
recibir la educación pagada por el pueblo y no obtener los resultados
que perseguíamos, y más aún, aquellos que teníamos beca, como era mi
caso. De no haber sido por la beca de 40 pesos que yo tenía, no habría
concluido mis estudios, pero yo le hice honor a la beca que me habían
otorgado.
El abogado
“Mi mayor satisfacción como abogado es haber puesto mi oficio al servicio de los perseguidos, de los torturados, de los abusados en este país”.
“Mi mayor satisfacción como abogado es haber puesto mi oficio al servicio de los perseguidos, de los torturados, de los abusados en este país”.
El político
“A mis adversarios políticos los he enfrentado en el campo ideológico y ellos me han respondido por las vías que consideran correctas ”.
“A mis adversarios políticos los he enfrentado en el campo ideológico y ellos me han respondido por las vías que consideran correctas ”.
Anhelo
“Quiero, antes de desaparecer del mundo de los vivos, dejar un libro de toda mi actuación, desde el día que mi mamá me parió hasta el día que yo muera”.
“Quiero, antes de desaparecer del mundo de los vivos, dejar un libro de toda mi actuación, desde el día que mi mamá me parió hasta el día que yo muera”.
Ramón Antonio Veras
Abogado y escritor
Por:Evelyn Irizarri
El Caribe
Abogado y escritor
Por:Evelyn Irizarri
El Caribe