Santo Domingo.-Miguel Céspedes se
despierta en una habitación de un hotel cualquiera y lo primero que hace
es un té para darle una pastilla a Raymond Pozo que está dormido a su
lado.
Luego le prepara un café y le pregunta si va a desayunar. Y
así han llevado esta rutina por 20 años que los hace ver como si
fueran el “matrimonio” más sólido que existe en el mundo.
Y
puede ser que sea así, porque aunque ambos tienen sus familias, son
padres abnegados y esposos fieles, a ellos los une una amistad que
hacen cosas, tan frecuentes, que ellos ni reparan al hacerlas.
Además
de celebrar esta amistad, los humoristas hablaron del espectáculo que
presentarán este jueves en el Teatro La Fiesta del hotel Jaragua, bajo
la producción de René Brea.
Juntos siempre
Raymond en
entrevista para EL DÍA dice que al llegar a un país mecánicamente piden
una habitación para dos, y así inicia una aventura de dos amigos que de
la nada han logrado construir un emporio que los tiene viviendo a otro
nivel.
Entre carcajadas estos dos humoristas, exitosos por demás, cuentan una historia de vida que le hace decir a Pozo:“Lo que pasa con nosotros es algo extraño, que ni nosotros mismos lo
creemos ni sabemos explicar. Somos dos almas gemelas que el destino
juntó para ser felices”.
Y así Céspedes y Pozo hablan de una
amistad que los consolida cada día como empresarios, amigos y padres de
familia. Ellos se ven felices y juran que ni siquiera en sus sueños se
han visto enojados, lo que hace pensar que s ahí radica su éxito.
En
este espectáculo prometen sacar carcajadas a los que vayan a botar
el golpe, durará una hora y 45 minutos, estará su equipo de trabajo, sus
musicales, los personajes de rutina s y muchas ocurrencias del diario
vivir que son contadas como si por un momento se convirtieran en los
poetas de los barrios y leyeran en voz alta las ocurrencias que pasan en
cada sector.
Su balance es Dios, el ser Supremo, que según ellos
hace que permanezcan juntos, apoyados por el respeto y la disciplina que
hace que sus familias sean una sola, que sepan vivir las alegrías, las
tristezas, las altas y la bajas de su vida.
“Nosotros tenemos una
comunicación tan buena que cuando nos quedamos solos en una habitación y
se hace un silencio, hasta eso sabemos interpretar y nadie le pregunta
al otro qué le pasa, porque sabemos respetar hasta ese momento”, dijo
Céspedes, quien con su risa de travieso da gracias por lo bien que ha
sido para ellos este 2012.
Revelan
Agradecido por lo que la
vida le ha dado, Miguel revela que el próximo años harán programas para
nuevos talentos, para darles oportunidad a jóvenes que como ellos
quieren que alguien crea en su talento.