Andando un domingo por Santiago, cualquiera puede preguntarse sobre dónde están jugando sus cientos de miles de niños, no se ven, no se sienten porque no tienen espacio público para divertirse.
Cuando vemos a empleados viajar a su lugar de trabajo apretujados, llegando tarde por la guerra de conseguir un asiento, cuando un estudiante se tiene que tirar a la calle porque la acera está ocupada por un vertedero improvisado de basura, cuando se instalan plantas de gas en medio de una zona densamente poblada con todo desparpajo, nos queda claro que en Santiago caminamos hacia una ciudad no sustentable, insostenible, caótica. (Imagen/Hamlet Otañez)
Si uno camina cualquier día luego de las 8 pm por el centro de Santiago, encontrará una ciudad muerta, sin ninguna actividad, donde nadie vive, con cientos de terrenos baldíos, con casas y edificios abandonados o sólo parcialmente ocupados. El que se aventura a caminar de noche por las avenidas de Santiago, Estrella Sadhalá, 27 Febrero, Circunvalación, se encontrará con la soledad, la oscuridad y el riesgo de ser asaltado por la ausencia de residentes, sin vigilancia, sin vida, repitiendo el modelo del Centro Histórico.
Las autoridades municipales de Santiago de los Caballeros -con su accionar díscolo e improvisado- nos arrastran hacia la ruina.
Lean el articulo: "Santiago no sostenible, el que no merecemos" escrito por Hamlet Otañez, ex director de CORAASAN y que además fue pre-candidato a Sindico por Santiago