SANTIAGO.- Fallas en el rol de la Policía Nacional y
las estrategias de seguridad social impiden detener los actos de violencia y delincuencia
que afectan a los ciudadanos, revelaron representantes de la FINJUS, Fundación
Vanessa y Participación Ciudadana, reunidos anoche en un foro.
Entre las fallas citaron falta de equipamiento y
profesionalidad de la Policía, agentes asignados a labores alejadas de la
seguridad ciudadana, resistencia al cambio por parte de la oficialidad y
dispersión del rol de la institución en la prevención, investigación y ataque a
la delincuencia.
El “Foro sobre reforma policial y seguridad ciudadana fue
organizado por la Fundación Vanessa, FINJUS, Participación Ciudadana, Centro
Juan XXII, Mesa de Justicia Foro Ciudadano agrupados en la Coalición por la
Seguridad Ciudadana y la Reforma Policial.
Servio Tulio Castaños, vicepresidente ejecutivo de la
Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS), sostuvo que la oficialidad de
la institución policial se resiste a cambiar sus esquemas y, por ende, a
sujetarse a la autoridad de las instituciones civiles.
Agregó que el jefe de la policía dominicana es el único
jefe de Policía que despacha directamente con el Presidente de la República,
cuando en otros países son los ministros a cargo de la justicia y la seguridad.
Sostuvo que la Policía hay que someterla a una profunda
reforma en la que participen la sociedad civil y otros actores de la sociedad.
El doctor Juan Ramírez, presidente de la Fundación Vanessa,
destacó que el Estado debe asumir el rol de la seguridad ciudadana en el país,
como parte de un plan preventivo que incluya a la Policía Nacional.
Manifestó que un plan integral de seguridad ciudadana
debe incluir acciones del Estado tendentes a garantizar la vida, salud, alimentación,
vivienda, trabajo y educación.
“Una reforma policial por sí sola no resolverá el problema
de la inseguridad ciudadana. Necesitamos más. Ahora, la reforma es un paso
gigantesco a alcanzar niveles de seguridad adecuados”, expresó el reputado
médico santiaguero.
Rosalía Sosa, directora ejecutiva de Participación
Ciudadana, abogó porque los ciudadanos observen las acciones de la Policía para
garantizar respeto a los derechos humanos, evitar torturas, mejora equipamiento
y relaciones con la comunidad.
Dijo que una Policía bien observada es una Policía
eficiente y funciona acorde con los niveles de exigencia de sociedades en
desarrollo.
Favorece vinculación de la comunidad con el quehacer
policial y una reforma policial profunda, más allá de los arreglos políticos y
de salones.
Carlos Fondeur, presidente del Plan Estratégico de
Santiago, favorece una reforma policial profunda e integral, que sujete a la
Policía a la orden de otras instancias institucionales.
El doctor Ramírez explicó que la actividad forma parte
de otras que desarrolla la Fundación Vanessa para contribuir a bajar los
niveles de violencia y delincuencia en el país.