La luz de Cristo debe estar sobre el candelero para que alumbre toda la casa

Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. San Mateo 8:14-15.

Yo siento la necesidad de levantar un movimiento de oración en Framingham, Massachusetts. Oro en forma individual pero hay un gran sentimiento en mi de orar de manera plural. 

Al observar a la gente que me rodea veo sus cargas y sus angustias, enfermas y postradas, desanimadas y en depresión, tristes y sin esperanza, no sé si a usted le pasa lo mismo en su entorno, yo amo a este pueblo y sé que Dios anhela hacer cosas muy grandes en este colectivo.

Dice la Palabra de Dios que la luz de Cristo se enciende no para ponerla debajo de la cama, sino sobre el candelero, y esta alumbra a todos los que están en la casa. San Mateo 5:15.
 
Construir un altar de oración es posible!!!!!!
Quién puede impedirlo?
Este llamado que ha llegado a mi vida no se circunscribe solamente al área donde vivo, sino que tiene alas del Espíritu Santo para volar hasta donde ÉL quiera llevarlo para desatar liberación, romper cadenas de ataduras malignas y quebrantar puertas cerradas para que los vientos de Dios soplen y derriben oposiciones que están obstaculizando los planes del Señor en diversas comunidades, pueblos y naciones.

El Dios de los cielos y creador de todo lo que existe me ha revelado que ya es tiempo de salir afuera para proclamar su Palabra y su Venida, el avivamiento no va a venir de brazos cruzados, hay que construirlo de la manera que Jesús lo hizo, en la casa de Mateo, predicando el Evangelio en las calles de Galilea, visitando las familias para llevar eperanza y sanidad.

La casa de Pedro es un vivo ejemplo de lo que estoy poniendo en perspectiva, una mujer postrada en cama y con fiebre "Jesús llega, tocó su mano, y la fiebre la dejó, y ella se levantó, y les servía".

Eso es avivamiento, hay que salir a sanar esa fiebre, ese cáncer, esa diabetes, esa frustración y depresión, invitar de nuevo a los retenidos en las casas, hay que salir de las cuatro paredes y buscar a los necesitados donde quiera que se encuentren, y en el nombre de Jesús hacer lo que se nos ha mandado hacer.

Salir tras los que se han retenidos en sus casas por distintas aflicciones y llenar nuevamente sus vasijas con aceite fresco, con un vino nuevo!!!!! Oh, siento la Unción de Dios.

Con Cristo todo es posible!!!