Miriam Cruz: Una alumna entre dos maestros y con un título que peligra

Nueva York (SL) -Fuimos muchos quienes criticamos la insistencia del rápido ritmo en los arreglos del maestro Henry Jiménez, por considerar que “Miriam Cruz” no estaba en condiciones para sostener tanto trote.
 
Pero tenemos que reconocer que fue el maestro “Jiménez” quien revivió la carrera artista de la merenguera, y lo hizo en el momento cuando nadie la tenía presente, ni la tomaba en cuenta pero  además le sumaba colores a sus presentaciones por la manera peculiar de “Henry Jiménez” tocar el piano.

La magia estuvo en el magistral arreglo de “Cosas de El” tema que rompió record de popularidad y marcó un antes y después en la carrera de la artista, responsable de giras exitosas y de altas facturaciones, le siguieron otros temas también de la mano del maestro ” Henry Jiménez”, pero ninguno logró superar el primero.

La falta de otro súper éxito y la saturación de sus presentaciones comenzaron afectar negativamente el poder de convocatoria de “Miriam Cruz” pero de manera sorpresiva y por las razones que fuera sustituyen al maestro “Henry Jimenez” y en su lugar llega otro maestro “Ysrael Casado” de quien se sabe, es un experimentado arreglista también maestro del piano, quien estuvo muy ligado a Toño Rosario.

El maestro “Ysrael Casado” ya mostró su carta de presentación titulada “Muchacho Malo” una adaptación que si bien es cierto no tiene la velocidad de los arreglos de Jiménez, deja ver en el arreglo la influencia notoria de la música reciclada del “Cuco” Toño Rosario, y llega la pregunta forzada ¿podrá el maestro “Ysrael” devolverle a “Miriam Cruz” los niveles de popularidad que hoy peligran?

La repuesta como siempre la tiene el público, quien al final aprueba o desaprueba el trabajo de los artistas.
Por nuestra parte le deseamos toda la suerte del mundo, primero por ser un icono de nuestra bandera musical el “Merengue” porque sentimos hacia ella mucho respeto y admiración y porque entendemos que se encuentra como alumna entre dos maestros y con un título que peligra. 
Por: Agustín de la Cruz (Sugar).