Los artistas son todos amigos y compañeros de género hasta que se enfrentan en una premiación por categoría, donde se debate el hecho de ser el ganador absoluto de alguna estatuilla o reconocimiento.
De seguro que los saludos, manifestaciones de cariño, besos, abrazos, exaltación de los éxitos profesiones y felicitaciones por nominación se dejarán sentir esta noche en la alfombra roja de Premios Soberano.
Sin embargo, una vez dentro de la sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito “la cosa cambia caballero”.
El hecho de enfrentarse dentro de una misma sección, donde se compite de tú a tú, hace que los nervios y la ansiedad se apoderen de los protagonistas de cada categoría, donde los perdedores olvidan la amistad y ponen mala cara o hacen comentarios hirientes sobre los ganadores.
Lo cierto es que si bien nos alegramos por el bien del otro, no menos cierto es que también quisiéramos llevarnos a casa la preciada estatuilla, y más esta que representa el primer Soberano en toda la historia del prestigioso premio.
Es por esto que aunque la amistad prevalezca y compartan los mismos ideales por pertenecer a igual género, automáticamente se convierten en rivales.
Lo interesante de todo esto sería que los ganadores de esta noche puedan dedicarle el galardón al género completo, donde no exista la división, sino que el premio sirva para unificar aún más la clase artística dominicana.
Por:Marilyn Ventura