Bruno Boileau y Vincent Autin se convirtieron hoy en los primeros
hombres que contraen matrimonio en Francia en aplicación de la recién
aprobada ley que permite uniones entre personas del mismo sexo, en una
ceremonia en Montpellier, en el sureste del país.
Ambos se dieron el "sí" hacia las 18:00 horas locales en la alcaldía de
esa ciudad, en un acto al que asistieron unos quinientos invitados y que
presidió la alcaldesa, Hélène Mandroux, socialista como el presidente
francés, François Hollande.
La ley de matrimonio homosexual, impulsada por Hollande, fue promulgada
por este el 18 de mayo, tras la aprobación parlamentaria conseguida por
la mayoría de izquierdas pero en medio de fuertes protestas de los
opositores a la normativa.
La breve ceremonia, que exigió únicamente de los contrayentes
pronunciarse con el "sí" a la pregunta de la alcaldesa de si estaban
dispuestos a contraer matrimonio, estuvo rodeada de fuertes medidas de
seguridad en torno a la alcaldía para evitar eventuales incidentes por
parte de opositores al matrimonio homosexual.
"Este día con el que ustedes han soñado se ha convertido en realidad.
Vincent, Bruno, vamos a vivir un momento histórico. Un momento histórico
para nuestro país, para nuestra República", declaró la alcaldesa.
Autin, de 40 años, durante un breve discurso en el que apenas pudo
contener las lágrimas agradeció después de la boda a las asociaciones de
defensa de derechos de los homosexuales por su apoyo para conseguir
hacer realidad la ley que permite uniones matrimoniales a personas como
él y su ya marido, de 30 años.
Mandroux, delante de un retrato de Hollande y junto al busto de
Marianne, símbolo de la República, se refirió a los países que han
precedido a Francia en el reconocimiento del derecho de las parejas del
mismo sexo a contraer matrimonio y mencionó los casos de España y
Portugal.
Autin declaró a la prensa al finalizar el acto su "emoción": "Pensamos
en todas las asociaciones que han llevado este combate durante años", y
destacó que la ceremonia fue ante todo "un acto de amor".
"La solidaridad vence siempre al odio", añadió.
Con la aprobación de esta ley, Francia se ha convertido en el décimocuarto país del mundo que legaliza este tipo de uniones.
Los novios, vestidos de traje oscuro -con pajarita Boileau y con corbata
Autin- estuvieron acompañados de cerca de medio millar de invitados.
La ceremonia se celebró en la sede del ayuntamiento de esa ciudad
mediterránea, en medio de una gran atención de medios de comunicación,
franceses e internacionales, y con fuerte vigilancia policial.
Al simbólico acto, que en realidad fue precedido el 22 de mayo de la
validación de un matrimonio entre dos hombres que lo habían contraído en
Bélgica anteriormente, asistió la portavoz del Gobierno francés y
ministra de la Familia, Najat Vallaud-Belkacem, aunque precisó que lo
hacía a título personal.
El Gobierno francés finalmente no estuvo representado oficialmente por
ningún ministro, y Vallaud-Belkacem aseguró que asistía a la ceremonia
por "amistad" con los contrayentes.
El diario "Le Monde" aseguró hoy que ya el pasado septiembre se llegó al
acuerdo de que la primera boda entre personas del mismo sexo se
celebraría en Montpellier, durante una visita de la portavoz del
Gobierno a la ciudad.
La vigilancia policial, de hasta un centenar de agentes, fue ordenada
por las autoridades en medio de la polémica que todavía rodea la ley,
contra la que se manifestaron decenas de miles de personas el pasado
domingo en París.
Esa nueva muestra de la oposición a la ley que permite el matrimonio
entre personas del mismo sexo y que autoriza la adopción por parte de
esas parejas, terminó con varios cientos de detenidos y desórdenes
públicos en la capital francesa.