Manuel Guichardo
honorable Senador de la Provincia Valverde, tomó carretera y dejó atrás a su
madre. Abandonada y sola Doña Thelma Vargas abrigaba la esperanza de ver su
hijo mayor retornar justo en el día de las madres.
La centinela de
sus sueños sentía el vacio en su Corazón,
su hijo decidió marcharse lejos del
calor de la mujer que le dio la vida. Sus hermanos estaban en el nido original,
menos él. Provocando un amor derrochado en la copa de la espera de una madre
buena.
Manuel, decidió hacer
felices a varias mujeres que durante nueve lunas abrigaron el fruto de sus vientres,
primero se fue a tele 12 para dar regalos a las madres de Mao, de ahí hasta Cuca
TV de Esperanza ,para finalizar en Trueno F.M emisora de Laguna Salada.
Miles de madres,
recibieron el regalo que a lo mejor sus hijos no podían comprar, Guichardo abrazó
a todas y las premió sin preguntarle color de partido o credo religioso. La intención
era tan clara como el Sol que ilumina el
atardecer de Mao cada tarde.
Decía con emoción un
te amo a las dueñas de manantiales de vidas, pintó con los colores más bellos
del arcoíris el Domingo de Mayo
consagrado a mamá. Puso flores a sus sonrisas, las vistió de fiesta y con ellas
bailó el ritmo divino se su abnegación sin igual
De manera
imaginaria usó acuarela para pintar junto al paisaje a cada señora. Doblegado
ante su ternura, Manuel emocionado entre llamadas recibidas convertía sus
labios en colmena para entregar con dulzura los regalos.
Quedó demostrado
que las damas están vivas en la mente y Corazón de Manuel. Hoy sus manos de
hombre de trabajo muy duro en su adolescencia y primera juventud, estrecharon
las manos tersa y cálida de las madres.
Por primera vez un
Senador de la Provincia Valverde fuera de época de campaña hace un gesto de tal
nobleza. No se sentó a la mesa para comer con su madre, prefirió recorrer parte
de la Provincia Valverde para poner un rayo de luz a
las esperanzas de esas mujeres.
Se entregó por
completo, firme y decidido a las que nos
dieron el derecho de nacer. Infatigable caminaba, abrazaba y reía. Sembraba
entusiasmo con la misión solo de gente noble que cumplía .
Hoy hizo a la
Patria más completa encendiendo la fosforescencia y el afecto entre personas sencillas que lo ven como un sembrador de paz.
Manuel Guichardo, el Senador que abandonó su madre en un día especial para
volar el vuelo de un grupo de flores con bondad infinita que con la excusa de
madre nos dan la vida y el primer sustento.
Autor Miguel De Jesús
Comunicador y Abogado Dominicano