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Por: José Antonio Aybar
El atraco del que fue víctima el humorista Nicolás Díaz “Margaro” quien resultó herido de cinco puñaladas el pasado domingo ofrece una visión de la cruda realidad que vive el artista dominicano.
No a todos les sonríe la fortuna, como se cree, en un mundo de luces y oropel en el que el mantenerte está supeditado a la venta de un estatus ficticio.
A prima noche, y sin mediar palabras, tres delincuentes atacaron a Margaro para robarle un revolver 38, cuando el miembro del cuadro de comedias de El Show del Mediodía se dirigía a uno de sus trabajos: sereno en un garaje del populoso sector de Villa María.
El comediante santiaguero, ganador de un premio Casandra como Humorista del Año, no tuvo tiempo de defenderse, sufriendo en carne propia lo que se ha convertido en el pan de cada día para los dominicanos.
“Todo fue sorpresivo, iba llegando al garaje donde trabajo de sereno y tres delincuentes, unos muchachos, se me fueron encima y me dieron cinco puñaladas, me quitaron el arma y se marcharon corriendo”, reveló ayer vía telefónica al programa “Vacilando la tarde”, que se transmite por Neón 89.3 FM.
Díaz fue llevado a la Clínica Cruz Jiminián donde fue intervenido debido a que una de las estocadas le perforó el pulmón derecho.
Margaro, quien afirma que el trauma psicológico y la impotencia hacen más daño que las heridas, reveló que cuando reciba el alta, hoy, se tomará una licencia en Santiago de los Caballeros, su ciudad natal.
“El trauma que te queda es peor que las heridas, cada vez que cierro los ojos veo a ese delincuente atacándome. Desde que el doctor Jiminián me diga que me puedo ir llevaré una licencia al Show del Mediodía y me iré a Santiago por un tiempo”, dijo el humorista.
