El orgasmo es esa tremenda dosis de placer
que experimentas durante apenas unos segundos y que te deja una
sensación de relax total, felicidad, confianza y hasta un poquito de
sueño.
En la primera fase del clímax, tus movimientos son lentos y pausados,
tus labios mayores y menores se abren, el clítoris crece y la
circulación en toda la zona pélvica aumenta. La temperatura sube.
En la segunda fase o meseta, tu excitación se vuelve incontrolable, tu corazón se acelera, tu piel se sonroja, tu lubricación está al máximo y tus senos se elevan y endurecen. Oh, sí, sientes que te derrites.
La tercera fase del orgasmo pasa muy rápido, pero es inconfundible, es un completo estallido de placer, acompañado de contracciones vaginales que cortan tu respiración y provocan gemidos o gritos.
El desenlace del clímax o resolución viene con una intensa sensación de alivio, sonríes, sientes especial ternura por tu chico, la conexión en la pareja se refuerza y en muchos casos te invade la somnolencia.
Fuente: Cosmopolitan
En la segunda fase o meseta, tu excitación se vuelve incontrolable, tu corazón se acelera, tu piel se sonroja, tu lubricación está al máximo y tus senos se elevan y endurecen. Oh, sí, sientes que te derrites.
La tercera fase del orgasmo pasa muy rápido, pero es inconfundible, es un completo estallido de placer, acompañado de contracciones vaginales que cortan tu respiración y provocan gemidos o gritos.
El desenlace del clímax o resolución viene con una intensa sensación de alivio, sonríes, sientes especial ternura por tu chico, la conexión en la pareja se refuerza y en muchos casos te invade la somnolencia.
Fuente: Cosmopolitan