José Alfredo Espinal
Editor/Caribbean Digital
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Hipólito y Danilo. Archivo |
SANTIAGO, República Dominicana.- El presidente Danilo Medina y el exmandatario Hipólito Mejía políticamente son dos polos opuestos.
Sin embargo, ambos tienen en común que son muy responsables en llegar
temprano a las actividades y hablarle a la gente con la mayor
sinceridad y sensibilidad humana posible.
Medina y Mejía, además de ser dos líderes políticos con estilos
atípico, también son buenos amigos en lo personal y en lo familiar,
según demuestran los encuentros repentinos y la visita del exmandatario
al Palacio Nacional.
Hipólito, cuando fue presidente de la República, hablaba mucho con la
gente del pueblo y con los medios de comunicación, incluso, a veces
hablaba hasta demasiado, que por su sinceridad política caía en las
garras de sus detractores.
Danilo, aunque es más cauto al momento de emitir juicio de valor
sobre un tema nacional, no deja de sorprender con su forma de gobernar.
El actual mandatario fue capaz de llamar durante uno de sus
recorridos a un ingeniero y enrostrarle el por qué no había concluido
una obra.
Danilo tiene un estilo peculiar. Por sus hechos demuestra que tiene
el oído en el corazón del pueblo. Toma decisiones sin presiones y actúa
de acuerdo al momento y las circunstancias.
Sin dudas, Hipólito y Danilo son dos fenómenos de la política
dominicana, con sus defectos y virtudes, el pueblo debería tomarlos muy
en cuenta, no solo desde el punto de vista de la politiquería, sino por
su sensibilidad humana, cualidad en extinción en la clase política
dominicana.