Por: Agustin de la Cruz
Entonces ¿porque los dominicanos tenemos que ser tan mezquino entre nosotros mismos?
El 26 de noviembre no queremos ver a científicos musicales, ni analistas de pentagramas hablando de cambios, ni de crisis, ni de estructura, ni de lucha, ni de salvar, ni de moribundo, mucho menos de tumba, ese día queremos celebrar, levantar en alto nuestra bandera musical que suene a todo volumen donde quiera que allá un radio controlado por dominicano.
New York, (SL) -Apenas días del 26 de noviembre, fecha en la que
estaremos brindándole tributo al “Merengue” ritmo que históricamente
nos representa como dominicanos ante el mundo, independientemente de si
está pegado o no como género.
Si se quiere de manera
patriótica, se está haciendo un llamado nacional e internacional para
que el próximo 26 de noviembre todo quien sienta ser dominicano apoye la
celebración del oficializado día del merengue, a nadie se le está
pidiendo que se invente una verbena o que celebre una misa en honor al
ritmo caído.
El 26 de noviembre no fue
declarado día de los teóricos, de quienes se la pasan inventando las mil
y unas razones por las cuales el merengue no está en su mejor momento,
no puede sorprender a nadie el que nos encontremos con críticas que
manan de la imaginación luminaria de compatriotas que sin reparos se
dedican a despotricar contra nuestros mismos valores y estandartes.
Quienes pretenden criticar y
enjuiciar ese día de celebración, debieran mejor documentarse para que
se enteren que la mayoría de países hispanos celebran de manera oficial
el día de su ritmo musical, en puerto rico se celebra “El día nacional
de la salsa” un acontecimiento multitudinario que este año fue celebrado
el 17 de marzo en la isla del encanto, donde exponentes pegados y no
activos se unieron al pueblo para honrar su himno musical la “Salsa”
El 17 de marzo los boricuas no
levantaron la salsa caída, ese día, celebraron y punto no podemos
nosotros pretender que el 26 de noviembre terminará la crisis de nuestro
merengue, es lamentable y bochornoso ver como hay personas que intentan
minimizar la importancia de tan legitima celebración.
Entiendan los sábelo todo, el
que asignarle un día al merengue no debe ser sinónimo de luto, como no
lo es cuando celebramos el día a las madres, el día a la bandera, a la
independencia, al padre, a la secretaria, entre tantos, además está
demostrado que no hay celebración entre dominicanos donde no suene un
merengue.
El 26 de noviembre no queremos ver a científicos musicales, ni analistas de pentagramas hablando de cambios, ni de crisis, ni de estructura, ni de lucha, ni de salvar, ni de moribundo, mucho menos de tumba, ese día queremos celebrar, levantar en alto nuestra bandera musical que suene a todo volumen donde quiera que allá un radio controlado por dominicano.