Por: Lucy Cosme
Dicen los que llevan las cuentas, que en febrero de 1865 fue el único mes en la historia sin luna llena, pero indagando descubrí que en febrero de 1999 tampoco hubo, pues justo ese año se observó el estelar fenómeno de plenilunio en enero y marzo, llamado “luna azul”, donde la luna llena apareció dos veces en un mismo mes y un mismo año; evento que fue ampliamente reseñado por los medios masivos como completamente inusual.
Y a decir verdad, no estamos acostumbrados a la ausencia de lo que es costumbre, pero mucho menos a la extraordinaria y sorpresiva presencia de la bonanza que reserva la gracia divina para redirigir nuestras vidas hacia el supremo bien. Mas, ciertamente, tu bien ha sido programado y pronto brillará.