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Por:Marilyn Ventura
Lamentablemente vivimos en una sociedad donde no aceptamos a los demás
como son. Queremos cambiar, criticar y hasta emitir juicios de lo que no
sabemos ni conocemos.
En temas de sexo, homosexualidad, color de piel, raza, educación y nivel económico somos expertos, muchas veces sin tener la debida documentación de lo que se dice.
Poca tolerancia se siente contra aquellos que han decidido elegir otro camino, o que sencillamente han optado por romper las reglas y crear su propio juego de la vida.
Intolerante somos cuando queremos juzgar sin conocer, opinar sin preguntar o simplemente no aceptar la preferencia de los demás.
Muchas veces este tipo de discriminación hace que aquellos que tienen preferencias disímiles a la nuestra tengan que vivir bajo las sombras y hacer cosas ocultas ante los ojos inquisidores de sus jueces.
No somos nadie para calificar y conceptuar ideas, sentimientos y pensamientos de lo que no sabemos. No estamos dentro de nadie para saber los episodios de vida que esa persona ha vivido y padecido.
Entendamos de una vez y por todas que cada ser humano tiene libre albedrío para tomar sus propias decisiones y elegir el camino que crea más le conviene. Seamos más tolerantes y menos discriminatorios.
En temas de sexo, homosexualidad, color de piel, raza, educación y nivel económico somos expertos, muchas veces sin tener la debida documentación de lo que se dice.
Poca tolerancia se siente contra aquellos que han decidido elegir otro camino, o que sencillamente han optado por romper las reglas y crear su propio juego de la vida.
Intolerante somos cuando queremos juzgar sin conocer, opinar sin preguntar o simplemente no aceptar la preferencia de los demás.
Muchas veces este tipo de discriminación hace que aquellos que tienen preferencias disímiles a la nuestra tengan que vivir bajo las sombras y hacer cosas ocultas ante los ojos inquisidores de sus jueces.
No somos nadie para calificar y conceptuar ideas, sentimientos y pensamientos de lo que no sabemos. No estamos dentro de nadie para saber los episodios de vida que esa persona ha vivido y padecido.
Entendamos de una vez y por todas que cada ser humano tiene libre albedrío para tomar sus propias decisiones y elegir el camino que crea más le conviene. Seamos más tolerantes y menos discriminatorios.
