Por:Marilyn Ventura
Pasa frecuentemente que las relaciones entre manejadores y artistas se torna tosca y en ciertas ocasiones hasta desagradable.
Lo que al principio pareciera una mancuerda inseparable e inquebrantable se rompe fácilmente por cualquier discusión o asuntos económicos que pudieron generarse en el trayecto de la unión.
La amistad que muchas veces se forma entre el manejador y el artista pudiera considerase como otro factor importante para describir el rompimiento entre dos personas que decidieron emprender un proyecto en conjunto. El exceso de confianza en ocasiones suele llevar a la enemistad.
En los inicios todo es color de rosa y ambos individuos se les ve compartiendo juntos en lugares públicos, colgando fotos en las redes y exhibiendo una amistad como la más “sólida” del planeta.
Luego vendrán los dimes y diretes, los desacuerdos por porcentajes económicos, el hecho de quien brilla más y por supuesto los chismes de terceras personas, quienes por lo regular están interesados en que la relación termine.
Finalmente el conflicto llega a oídos de los medios y de inmediato la noticia se divulga y corre como pólvora, lo que sin lugar a dudas le pondrá la tapa al pomo.
Que penoso es ver o leer a un pasado manejador de cualquier artista o agrupación despotricando contra la gente que en su momento trabajó, forjó una amistad y estuvo compartiendo las mieles de la popularidad y el estrellato.
Lo que al principio pareciera una mancuerda inseparable e inquebrantable se rompe fácilmente por cualquier discusión o asuntos económicos que pudieron generarse en el trayecto de la unión.
La amistad que muchas veces se forma entre el manejador y el artista pudiera considerase como otro factor importante para describir el rompimiento entre dos personas que decidieron emprender un proyecto en conjunto. El exceso de confianza en ocasiones suele llevar a la enemistad.
En los inicios todo es color de rosa y ambos individuos se les ve compartiendo juntos en lugares públicos, colgando fotos en las redes y exhibiendo una amistad como la más “sólida” del planeta.
Luego vendrán los dimes y diretes, los desacuerdos por porcentajes económicos, el hecho de quien brilla más y por supuesto los chismes de terceras personas, quienes por lo regular están interesados en que la relación termine.
Finalmente el conflicto llega a oídos de los medios y de inmediato la noticia se divulga y corre como pólvora, lo que sin lugar a dudas le pondrá la tapa al pomo.
Que penoso es ver o leer a un pasado manejador de cualquier artista o agrupación despotricando contra la gente que en su momento trabajó, forjó una amistad y estuvo compartiendo las mieles de la popularidad y el estrellato.