Un trabajo normal

Por:Marilyn Ventura
Entendemos que el trabajo en la televisión debería ser una labor común y corriente como la que realiza cualquier empleado en una empresa determinada.

Si bien es cierto que el trabajo requiere cierta delicadeza en cuanto a imagen y presencia física, no menos cierto es que el talento y la capacidad deben imponerse como en cualquier otra profesión.

Para entrar a una compañía y laborar como Dios manda se debe entregar un currículo vitae, entrevistarte, ser aprobado, iniciar a trabajar y recibir un salario justo por el puesto que se desempeña. 

En la televisión pasa todo lo contrario, regularmente se entra por amiguismo y por tener buena imagen, se desarrolla un trabajo diario o semanal y casi nunca se recibe un sueldo.

Por otro lado, entras como presentadora y terminas como vendedora, debido a que te envían a la calle a buscar comerciales, de los cuales debes entregarle el 75% al productor y un 25% para ti.

Que decir del vestuario, salón de belleza, maquillaje, zapatos, transporte y demás gastos, que por lo regular son responsabilidad de la comunicadora.

Es imposible dejar de pronunciarse sobre este tenor, ya que una joven cargada de ilusiones y expectativas ingresa a la carrera de Comunicación Social por un período de cuatro años y cuando termina se encuentra con esta triste realidad que lamentablemente se da en nuestro país.