Por: Marilyn Ventura
Se ha vuelto una constante el hecho de arremeter de manera enfática contra algunos artistas y comunicadores de forma pública.
Más que un comentario o consejo a determinado personaje público existen comunicadores que hacen una arenga de manera despectiva y soez sobre hechos y situaciones acontecidas.
A veces los comunicadores deben tener mucho cuidado con la forma que arremeten en contra de un artista, ya que no solo se empaña su carrera y trayectoria, sino también que se involucra la familia y fanáticos.
Es importante cuestionar y no dejar pasar situaciones que puedan mancillar la sociedad, pero también entendemos se debe hacer dentro del marco del respeto y el decoro.
Si bien es cierto que existen artistas y comunicadores que pasan la línea, que no respetan las normas y que violan la ley en muchos casos, no menos cierto es que debemos manejarnos con prudencia ante estas situaciones.
En estos casos la reflexión es sumamente importante, debido a que no siempre el que más se arriesga es quien más gana, todo lo contrario se compromete su imagen y prestigio ante una situación que podría resolverse a corto plazo.
Creemos que no todo lo que se piensa se dice, sino que se debe canalizar de la mejor manera en busca de una solución favorable, ya que en ocasiones por buscar sonido, la tortilla se revierte y arremetemos contra nosotros mismos.
