Photograph by Ben Heine
Por: Marilyn Ventura
En el último mes del 2014 uno empieza a recapitular, releer, subrayar y
hacer cierto trabajo de gramático con todo lo acontecido durante el
año. Entonces uno reflexiona y empieza a franquear las distancias entro
lo dicho y lo hecho.
También pasa que uno da con que hizo cosas que no
dijo. Quiero decir, no planificó eventos importantes que terminaron
siéndolo. De cualquier modo, las reflexiones tienen un fin:
aleccionarnos mientras le damos estructura a nuestras experiencias.
Mi insignia de este año fue el cambio. Y lo que aprendí de él durante el año lo resumen estas 10 reflexiones insignia. Breves, tuiteables y muy fáciles de recordar, cuando para ti, llegue la ocasión.
Nada es eterno, todo cambia. Los sentimientos no mueren, las relaciones y eventos no acaban, se transforman y cambian.
El cambio está en todas partes. Es omnipresente. Está presente a toda escala en la esencia viva de los seres y las cosas
El cambio crea nuevos mundos. Hace que reinventes el mapa y el territorio. Y te abras a nuevas coordenadas.
El cambio es un asunto de perspectiva. Lo resistes o lo asumes de acuerdo al ángulo de enfoque en que lo mires.
El cambio más efectivo es el autodirigido. Porque nadie cambia a nadie. Tú diriges tu propia acción de cambio.
Las formas de cambiar, también cambian. Aprendes a cambiar en muchos momentos, en varios lugares y de distintas formas.
Un cambio prepara otro. Un cambio te coloca en mejor posición para el próximo. En el cual, los caminos son más cortos.
El cambio no tiene reloj. Y es como el amor y el miedo: no sabes exactamente cuando comienza ni cuando termina se transforma.
El cambio es una carrera de relevo sin línea de meta. Son series de relevo de “vueltas de la vida” que no terminan.
Sin cambio no hay resultados diferentes. No puedes esperar a que las cosas cambien sino haces algo distinto.
En este 2015 imprímele a estas 10 reflexiones tu propio sentido y sello de marca. Llévalas a tierra. De lo único que puedes arrepentirte es de no haberlo hecho antes.
Mi insignia de este año fue el cambio. Y lo que aprendí de él durante el año lo resumen estas 10 reflexiones insignia. Breves, tuiteables y muy fáciles de recordar, cuando para ti, llegue la ocasión.
Nada es eterno, todo cambia. Los sentimientos no mueren, las relaciones y eventos no acaban, se transforman y cambian.
El cambio está en todas partes. Es omnipresente. Está presente a toda escala en la esencia viva de los seres y las cosas
El cambio crea nuevos mundos. Hace que reinventes el mapa y el territorio. Y te abras a nuevas coordenadas.
El cambio es un asunto de perspectiva. Lo resistes o lo asumes de acuerdo al ángulo de enfoque en que lo mires.
El cambio más efectivo es el autodirigido. Porque nadie cambia a nadie. Tú diriges tu propia acción de cambio.
Las formas de cambiar, también cambian. Aprendes a cambiar en muchos momentos, en varios lugares y de distintas formas.
Un cambio prepara otro. Un cambio te coloca en mejor posición para el próximo. En el cual, los caminos son más cortos.
El cambio no tiene reloj. Y es como el amor y el miedo: no sabes exactamente cuando comienza ni cuando termina se transforma.
El cambio es una carrera de relevo sin línea de meta. Son series de relevo de “vueltas de la vida” que no terminan.
Sin cambio no hay resultados diferentes. No puedes esperar a que las cosas cambien sino haces algo distinto.
En este 2015 imprímele a estas 10 reflexiones tu propio sentido y sello de marca. Llévalas a tierra. De lo único que puedes arrepentirte es de no haberlo hecho antes.
¡Feliz navidad y próspero año 2015!