Dios resiste a los soberbios

Palabras de Jesús: "Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón". San Mateo 11:29

Cuando el Padre nos trae al Señor Jesús, es para salvarnos, pero también para aperturar en nosotros la oportunidad de darle a ÉL un servicio, el mismo tiene como punto de partida una plataforma de humildad.

A mi memoria viene el Apóstol Pablo cuando estaba en Mileto, allí éste hizo llamar a los ancianos de la Iglesia, y en su discurso de despedida de Mileto, les habló diciendo:

"Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos";  Hechos 20:18,19.
  

Pablo desarrolló en base a humildad un Ministerio bajo muchas lágrimas y pruebas, ejemplo digno de imitar en estos tiempos, cuando, precisamente, hay carencia de humildad en la Iglesia de Jesucristo, y fuera de ella.

El Rey de reyes y Señor de señores, Jesús, es manso y humilde de corazón, apasible, afable, paciente, pacifico, misericordioso, compasivo, y pensar que hay gente que nos tienen tan en poco, que no se acuerdan que existimos.


Esto debería servir de reflexión a quienes se creen vivir en una "casa en el aire" y que embriagados de poder y arrogancia, nunca se imaginan que un día desde algún lugar, le pasarán factura por el uso de la soberbia, la altanería y la arrogancia, la altivez y el orgullo, y eso podría ocurrir en cualquier momento, quizás esté a la vuelta de la esquina.

En los idiomas hebreo y griego se considera la humildad como una humillación de la mente, algo que no se levanta mucho de la tierra, por lo que en todo momento el discípulo de Jesucristo está llamado a ser como su Señor, actuando con modestia, que es un retrato de humildad ante su prójimo.

El trato que debe ejercer con sus semejantes un siervo de Jesús parte de lo que ha aprendido de ÉL, y no de nadie más, la agenda de la Iglesia es muy distinta a la del mundo, dice la Palabra de Dios que debe ejecutarse "Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor" Efesios 4:2.

Dice más, "Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo"; Filipenses 2:3.

Asumir un comportamiento contrario a manejarse con humildad, produce una reacción de Dios que nadie desea, reflexionemos sobre esto "revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios". 1 Pedro 5:5.


Desde los tiempos antiguos Dios viene advirtiendo acerca de la humildad y la arrogancia, "Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos". Salmos 138:6.